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32 ISIDORO RODRÍGUEZ c) En lat. medieval es frecuentísimo especialmente en lenguaje jurídico, como puede verse en HUN 403-405. Su primera acepción se refiere al mandato de Dios (BLAISE Lex. 558). d) En la Biblia (Vulg.) es repetidísimo. e) En el Misal Romano se encuentra 10 veces, siempre en pl., nunca con epíteto (PFLIEGER 357). En el Sacramentario Leoniano siempre en pl. 11 veces, 327 s.; en VER 350, siempre en pl., los designa caelestia, salutaria, pero nunca sanctum y menos verax. Fran­ cisco es original. f) Francisco emplea 15 veces mandatum (CET 151). Ya desde Agustín y más desde la época carolingia (s. vm -ix) hasta nuestros días, aun en castellano (DRA, 2.a acepción) «mandato» es el lavatorio de los pies en Jueves Santo (CANGE V 212 s.), paradigma del manda­ miento nuevo, que es la caridad, como se canta en la antífona res­ pectiva que dio nombre a esta ceremonia. Pienso que, además del sentido general, equivalente a Ley del Señor (frecuente en Francisco), puede incluirse en labios del Seráfico Padre el sentido de máximum mandatum (Mt 22, 38) y de mandatum novum (Jn 13, 34), la caridad. La probabilidad de esta interpretación crece, teniendo en cuenta que, refiriéndose a la Ley del Señor, Francisco acude al pl., de acuerdo con los diferentes misales y sacraméntanos, y no utiliza el sing. II. ASPECTO LITERARIO a) Para expresar las nuevas verdades el lat. cristiano, además de crear nuevos términos, acudió al lenguaje fig. y simbólico mucho más que el lat. clásico. También se valió de los resortes estilísticos clásicos, con el fin de embellecer y hacer más atractivo el mensaje salvífico. El mismo Tertuliano, enemigo acérrimo de la cultura clásica, utiliza la rima, y más que él su discípulo Cipriano y todavía más Agustín. La rima (asonancia o consonancia) arranca del orador griego Gorgias de Leontini (Sicilia), que la introduce en Atenas el año 427 a. C., así como otros ornatos o figuras de la prosa artística, culminando con Demóstenes, y pasando a Roma por obra de Cicerón, de quien lo toman los Padres y escritores eclesiásticos.

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