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20 ISIDORO RODRÍGUEZ habere», «retener en la memoria». Así, se dice en la Regla de San Benito, c. 9, que ésta debe recitarse de memoria, ex corde (cf. NIER 273). Documentos del s. x-xn y xv en fuentes británicas e irlandesas se aduce cordetenus, «de memoria» (LATH 115). CANGE s. v. II 558 trae muchos ejemplos medievales con el mismo valor. Existen los giros par coeur (lit. de corazón), en francés, «de memoria»; en inglés by heart (lit. de corazón), «de memoria». En castellano tenemos re­ cordar (de cor), «traer a la memoria» (DRA), usado desde Berceo (COR III 1043); concordar (desde 1240, Fuero Juzgo, COR I 898); corazonada, «presentimiento»; cordura, «prudencia, buen seso, jui­ cio» (DRA), etc. e) En cuanto al aspecto litúrgico, comencemos por indicar que, según J. H a u s s l e i t e r (REALL s. v. Erhebung des Herzens, II (1964), ai xapSíou en el sentido de voü; es un semitismo. Pero se le puede objetar que ese sentido se constata desde Homero. De acuerdo con el rito latino, las liturgias griegas ofrecen frecuentemente «vod tccc xapSíac, «sursum corda». Pero, algunas veces, también recurre la fórmula #vod t ó v v o u v , «arriba la mente», como en las Constituciones Apostólicas (cf. F. E. B rig h tm a n -C . E. Hammond, Liturgies Eastern and Western I, Oxford 1965, 14 y 17), mientras la Liturgia de San­ tiago (o. c., 50, 4) reúne las dos expresiones vouv y xapSía«;. El término cor está muy representado en la liturgia latina, si bien no en sentido fisiológico (BLAISE Voc. 41; BRUYLANTS 112; PFLIEGER 121-124). f) En lat. bíblico y cristiano y paralelamente en la literatura griega y latina profanas, a menudo cor es mente, inteligencia, etc. Francisco conoce varios formularios litúrgicos con ese sentido, así como los giros «nullus est qui recogitet corde» Jr 12, 11; «meditatus sum nocte cum corde meo» (Sal 76, 7); «illuminatos oculos cordis vestri» (Ef 1 , 18) —y tantos otros lugares bíblicos que cita frecuentemente en las 55 veces que utiliza este vocablo (CETE s. v.)— así como en textos litúrgicos, donde la expresión designa la facultad intelectiva y voliti­ va. Claro que corazón siempre será más dramático que mente. Es muy probable, además, que Francisco conociera los himnos litúrgicos del Corpus Christi, puesto que según Celano (2 Cel. 201) amaba mucho a Francia por ser devota del Santísimo Sacramento. Se refería a la Bélgica actual en cuyo territorio (Lieja) comenzó el culto litúrgico a la Eucaristía, de donde proceden los himnos de esa festi-

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