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La primera oración de San Francisco P R E L U S I O N Si se pretende conocer el mensaje de un escritor, es preciso estu­ diar exactamente su vocabulario, que es el vehículo de su pensamiento. Esto es lo principal y lo más difícil en toda versión. En este trabajo intento descubrir las fuentes del pensamiento de Francisco a través de su léxico, y rastrear la motivación y origen de sus formas literarias. 1. Fuentes léxicas de Francisco : Hombre de profunda espirituali­ dad, Francisco no adquiere su vocabulario con la lectura de autores profanos. Sus fuentes son: a) litúrgicas (misal y breviario principalmente); b) bíblicas (especialmente los Salmos, NT y los Sinópticos); c) teológicas (homilía pastoral y catequesis teológica). La Biblia la conoce extensamente, como se colige de sus frecuen­ tes citas, prueba de su buena memoria y de su prolongada meditación del texto sagrado. Con frecuencia la consulta en el misal, más que en una edición especial, como consta por sus biógrafos. A los Padres y escritores eclesiásticos los conoce a través de la predicación, homi­ lía, catequesis. 2. Fuentes literarias : Son aproximadamente las mismas: a) El ritmo y la musicalidad —en que se encarna la oración litúr­ gica, prefacio, etc.— alcanza su apogeo precisamente en la época de Francisco. El siglo xm se distingue por el esplendor del cursus rít­ mico, que él escucha continua y atentamente en la acción litúrgica, en la lectura y en la meditación reposada. b) Estas mismas fuentes son modelo para su elocución y estilo. En efecto, la prosa litúrgica manifiesta un notable nivel artístico, así como la poesía acentual, además de la métrica. La misma Vulgata es

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