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NATURALEZA Y GRACIA DEL MINISTERIO SACERDOTAL 453 2.6. Todos responsables en la Iglesia , no sólo el sacerdote. Y no son los mejores sacerdotes los que lo hacen todo, sino los que pro mueven y coordinan los carismas de todos los componentes de la comunidad. 2.7. ¿Sacerdotes para todo o sacerdotes especializados? Analogía: ¿medicina general o especializada? Ambas cosas. Y necesidad —en toda hipótesis— de formación permanente. 2.8. Misioneros del Evangelio y amantes de la libertad religiosa : no son incompatibles entre sí. Ambas coordenadas habría que tener las muy en cuenta, por ejemplo, en la evangelización de la juven tud y, en general, del mundo actual, secularizado por una parte y celoso de su libertad. Fundamentos de esta compatibilidad: el Evangelio mismo que invita: «si quieres»; y el Concilio Vatica no II: cf. Ad gentes (actividad misionera) y Dignitatis Humanae (sobre la libertad religiosa). 2.9. El sacerdote, hombre de compromiso social: juntamente con la comunidad eclesial (no él solo y aparte). Así lo dice la «Octo- gessima adveniens». Y es que la comunidad toda ella debe ser sensible a la dimensión social del Evangelio: cf. Laborem exer - cens de Juan Pablo II. 2.10. A través de la celebración de la misa : «para qué ir a misa s1 no siento nada», nos dice y nos reta la juventud en gran escala. La respuesta es: para dar sentido a la vida, sentido cristiano, tanto a nivel personal como comunitario. 2.11. El sacerdote y el contacto personal, interpersonal como gran me dio evangelizador. El «ministerio» de la consulta de los grandes temas morales en tiempos de tanta angustia y desilusión: «vivi mos en tiempos del desencanto». Conclusión : Hacia una solución de convergencia de la vida y ministerio del sacerdote.
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