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436 RICARDO MARIMON BATLLO 3. Mencionamos solamente el episodio bien conocido de Susana en Daniel (13, 1-64), que evidentemente es todo él un elogio de la verdadera unión conyugal y del honor con que la reviste la virtud de castidad guardada debidamente. 4. Oseas nos habla también indirectamente de las relaciones de esposo y esposa como punto de comparación de la relación de Dios con su pueblo: «He aquí que yo la atraeré y la conduciré al desierto y le hablaré al corazón...» (Os 2, 14/16); «Yo me casaré contigo para siem pre, me casaré con integridad y justicia, con ternura y amor. Me casaré contigo con fidelidad, y tú reconocerás a Yahveh» (Os 2, 21/19). La enseñanza la podemos llamar indirecta, pero es igualmente una exalta ción de la unión conyugal de los esposos establecida por Dios cuando creó al hombre. También Oseas critica duramente los pecados que se cometían con tra la verdadera unión conyugal (Os 4, lss. 14). Cierto que en Os 11, 1 se habla parabólicamente de las relaciones de amor de Dios con Israel como las de un padre con su hijo. Pero es evidente la superioridad que reviste en él el amor del esposo y la esposa. 5. En Malaquías leemos: «...N o seas desleal a la esposa de tu juven tud. Porque yo odio el divorcio, dice Yahveh Dios de Israel» (Mal 2, 15-16). Y también aplicando la metáfora al amor de Yahveh con su pueblo: «Judá ha obrado contra su fidelidad; abominación se ha hecho en Israel y en Jerusalén. Sí, Judá ha profanado el santuario de Yahveh a quien amaba y se ha casado con la hija de un dios extranjero» (Mal 2, 11). La defensa de la unión conyugal adquiere aquí mayor importancia. Esta unión ha de ser guardada fielmente para siempre y es única. La reprobación de la poligamia es clara. A pesar de las uniones matrimoniales múltiples sucesivas y simul táneas que aparecen en el Antiguo Testamento, y aparte de las uniones concubinarias realizadas con esclavas, la Escritura exalta y enaltece la unión conyugal de los esposos y por boca de los profetas la proclama única e insoluble. En l o s M a c a b e o s En los Macabeos tenemos el bien conocido relato del martirio de los siete hermanos (2 Mac 7, lss). En él aparece conmovedor el amor de la madre y sus hijos, cuando le dice al último de ellos: «Hijo, ten
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