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LA REFORMA DE LOS ESTUDIOS FILOSOFICOS. 409 1759-60 Dictamen oficial salmantino acerca de la proyectada Academia zara­ gozana del Buen Gusto en Ciencias y Artes. La universidad expresa sus reservas contra la filosofía moderna y su introducción en sus aulas, tomando ocasión de la consulta que se le hizo sobre dicha academia 4. III, Madrid 1884-89, 314 ss., y sobre su escasa cota científica, N. C u esta Du- t a r i , El Maestro Juan Justo García, I, Salamanca 1974, 46-71. El documento citado en Col I, expone así la pretensión de Torres y Ortiz, su lenta tramita­ ción y la sentencia del Consejo de Castilla: «Con motivo de los Memoriales dados a Su Magestad por los Catedráticos Jubilado, y actual de esa Univesidad D. Diego de Torres Villarroel, y D. Isidoro Ortiz Gallardo, en que se ofrecie­ ron, como lo hicieron, a traducir el Libro Instrucción sobre el uso de los Glo­ bos, y la Esfera, de Monsieur Robert de Baugondi (5/c), y explicarle en la Li­ brería de V.S., permitiendo una especie de Academia, Cathedra, o Estudio practico, el Memorial de esa Universidad, y lo informado en 22 de Julio del año pasado de 1758, de los Acuerdos que celebró en el assunto, Juntas de sus Comissarios, y notas que pusieron el Maestro Fr. Manuel Bernardo de Ribera, y el Dr. D. Francisco Ovando...», Carlos III resolvió consultar nuevamente al claustro salmantino, el cual enviaba su dictamen al Consejo en julio de 1761. La respuesta de Madrid fue que «el Cathedratico suba a la Libreria de esa Universidad en los dias y horasque parezcan oportunos, y en ella instruya prácticamente a los Discipulos con la inspección y manejo de la Esfera, Globos terrestres y terráqueo, y demas instrumentos mathematicos» (/. c.). 4. Col I, 1 . He aquí el planteamiento y trámites, sumariamente descritos en ese documento: «El Conde de Fuentes dio al Rey (Dios le guarde) un Me­ morial y Lista de Sugetos, junto con los Estatutos propuestos para la Academia del Buen Gusto, en las Ciencias y Artes, que pretendía erigir en la ciudad de Zaragoza». El Consejo acordó —notificaba el secretario Juan de Peñuelas— «que esa Universidad informe por mi mano lo que se la ofreciere, sobre las utilidades, o inconvenientes que pueden resultar de la erección de la expressada Academia». Al margen se lee: «Informo la Universidad largamente, en obede­ cimiento del Real Precepto». Informó tan larga como negativamente. El doctor Francisco Agudo exponía en el claustro de 23 de febrero de 1760 el sentir común de sus colegas de dictamen, cifrabie en que«nos haparecido no deben concederseles la licencia, protección y privilegios que piden», a causa de la peli­ grosidad del proyecto (LC 227 [1759-1760] f. 31v). Manuel Bernardo de Ribera se encargó de demostrarla mediante un extenso y erudito discurso, proclamado allí mismo convincente, sabio, culto y digno de su universidad. En la tan traída y aventada fórmula «el buen gusto» entreveía este claustral la antítesis del esco­ lástico y tradicional en Salamanca, o «método antiguo» y en su tolerancia una amenaza para el mismo: «Ni nuestros antepasados quisieron ser legisladores literarios, introduciendo gusto mas exquisito en las Ciencias, ni nosotros nos atrevemos a ser Autores de nuevos métodos. Lo uno, porque en el caso de nece­ sitarse alguna reforma, es empresa de suma arduidad arrancar la cizaña sin lasti­ mar el trigo». «Lo otro, porque vivimos en la firme persuasión de que, obser­ vando nuestras leyes municipales, podemos aprehender las Ciencias sin dispendio de tiempo, y sin temor de haberle consumido en cosas inútiles». Estaba en juego la reforma de aquellas leyes municipales. En ello Ribera no se engañaba; puede verse su discurso en el ms. 25 del citado archivo y, según Daniel Simón Rey, también en el ms. 618 de la biblioteca universitaria de Salamanca: D. S. R e y ,

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