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EL OCCIDENTE AL ENCUENTRO DEL ORIENTE. 405 para justificar su zurcido que si le diera una nueva, se la regalaría a un pobre41. Nos trasladan estas encantadoras leyendas a un mundo de deliciosa bondad materna, que sigue siendo todavía un aura suave para esta apesadumbrada humanidad. Kazantzaki percibe esta bondad materna hasta en los últimos días de la vida del santo, cuando la madre, que ha vestido el hábito de clarisa, mira a su hijo con ojos desbordantes de amor y de orgullo 42. Y cuando Francisco, enfermo ya para morir, pasa unos días en la choza de San Damián que las monjas le han preparado, «la hermana Pica, cuenta Kazantzaki, entró vacilando. Se posternó y tomó lugar a su izquierda, sin hablar» 43. Finalmente, cuando Francisco parte para la Porciúncula en su último viaje, Kazantzaki hace decir a Fray León, el narrador de la vida del santo: «Subimos la cuesta en dirección a Asís. Dos mujeres estaban frente al claustro, bajo un árbol. Cuando nos divisaron, una de ellas quiso lanzarse hacia Francisco con los brazos tendidos, pero la otra la retuvo. Se oyó un grito agudo bajo el árbol, y enseguida todo volvió a sumirse en el silencio» 44. Excusado es decir que las dos mujeres son Clara y Pica. Esta, con los brazos tendidos, último gesto materno, se abalanza sobre Francisco. La otra le retiene. Pero se oye un grito agudo bajo el árbol. Es el grito de despedida de la madre eterna sobre el hijo que va a morir. Posiblemente pensará más de uno que nuestra reflexión ha descen­ dido de un plano de encuentro de culturas a sensibles intimidades fami­ liares. Pensamos, con todo, que no es así. Y es que la delicada alma oriental se siente simbolizada no sólo en el amor universal de Fran­ cisco sino también en la ternura delicada de la madre Pica. Y serán estas sendas de amor y ternura quienes presenciarán el abrazo del encuentro entre almas tan próximas en creencias e ideales y tan distan­ ciadas por sus entercados prejuicios mutuos. E. R iv e r a 41. Cuenta A xel M unthe esta leyenda en su leída Historia de San Michele, 3.“ ed., Barcelona 1960, 346. 42. El pobre de Asís, 260. 43. O. c., 272. 44. O. c.} 273

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