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El Occidente al encuentro del Oriente en San Francisco La mejor apertura a la reflexión sobre este tema, que una crítica poco alertada pudiera juzgar reñida con la humilde sencillez del Santo de Asís, es el mensaje que el Secretario General de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, ha dirigido a la Orden Franciscana. De este mensaje se ha hecho eco la gran prensa diaria. Aquí lo acotamos en su contenido esencial: «E l V III centenario de la muerte de San Francisco debiera ser para todos nosotros una fuente de inspiración. San Fran­ cisco, por su ejemplo y su enseñanza, se ha convertido en un símbolo de paz, de protección de la naturaleza y de amor hacia los pobres. Encontramos su mensaje recogido en algunos de los más altos ideales de la Carta de las Naciones Unidas. El predica la paz entre todos los pueblos... Hoy las Naciones Unidas trabajan por la paz... El proclamó el amor y el respeto hacia la naturaleza... Las Naciones Unidas trabajan por la defensa y la protección de la naturaleza en todo el mundo. El fue el santo de los pobres. Las Naciones Unidas intentan eliminar los sufrimientos y las privaciones que padecen millones de seres humanos... Es necesario recordar que el primer instrumento universal de la huma­ nidad, la Carta de las Naciones Unidas, se firmó en una ciudad que lleva el nombre del Santo: San Francisco. Hay aún mucho que hacer antes que se realice el proyecto de San Francisco de un mundo pacífico, justo y armonioso. Mientras conmemoramos su nacimiento, dediqué­ monos a unir todas nuestras fuerzas, nuestros espíritus y nuestros cora­ zones en el camino trazado por él. Nueva York, 2 de octubre de 1981, Kurt Waldheim» l. Este mensaje proclama muy alto que San Francisco tiene que decir mucho en este momento histórico en que los pueblos se acercan unos 1. Tomamos el texto de Vida Nueva, n. 1.299, 24-X-1981, 34, con referen­ cia y comentario en la p. 33. El periódico Ya dio la noticia el día 10-X-1981, 22.

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