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EVANGELIZACION Y ATEISMO 337 con el amor. O sea que, porque es ««y o soy», Dios es amor absoluto y crea­ dor, absolutamente creador. Dios es la libertad del amor y en este sentido no es nunca un rival para el hombre. A continuación siguió la segunda ponencia a cargo del profesor J. Galot, titulada «Cristo y el hombre en el mundo y en la historia», cuya intención central fue la de poner en relieve cómo la humanidad de Cristo infunde un nuevo valor a la realidad humana y cómo esta solidaridad del hijo de Dios con el hombre constituye una ayuda segura para superar el sentimiento de «inutilidad» de la vida humana. Insistió el ponente, por otra parte, en la sig­ nificación de Cristo como fundamento de relaciones interhumanas nuevas ba­ sadas en el amor. Y de esta suerte pudo concluir afirmando que tener miedo de Cristo, es tener miedo al amor. Con el rigor y profundidad que le distinguen, presentó K. Rahner la ter­ cera conferencia de esta última jornada. «Iglesia y ateísmo» era su título y representó, sin duda alguna, el momento culminante del congreso. Comenzó Rahner indicando la especificidad del ateísmo actual frente a otras formas co­ nocidas de ateísmo como las de la ilustración y el marxismo. El ateísmo actual está condicionado fundamentalmente por el racionalismo y el tecnicismo de la sociedad moderna, y de aquí brota su carácter específico. En realidad, la sociedad racionalista y técnica conforma una nueva época en la historia de la humanidad; una nueva época en la que el cristianismo vive. Sin embargo, el cristianismo no ha tomado en serio todavía esta nueva situación. En muchos círculos cristianos se tiene aún una mentalidad precrítica. Por eso se impone el revisar críticamente nuestra forma de hablar sobre Dios, teniendo en cuen­ ta precisamente que la lucha contra el ateísmo es en parte una lucha contra la propia insuficiencia de nuestro teísmo; una lucha contra una concepción idó- lica de Dios. Quizás por esta razón subrayó Rahner la necesidad de reconocer la coexistencia permanente entre ateísmo y cristianismo. De acuerdo al plan de trabajo seguido se cerró el congreso con la mesa redonda de la tarde, dedicada esta vez al estudio y discusión de las tareas de la iglesia frente al fenómeno del ateísmo. La actualidad e importancia del tema estudiado en este congreso interna­ cional fueron confirmadas por el Papa en la audiencia que concedió a los con­ gresistas. En su discurso el Papa insistió en la visión del ateísmo como fenó­ meno de trasfondo religioso, pero señalando a un mismo tiempo que todo ateísmo exclusivo es radicalmente antihumano. Sin ánimo de cuestionar la alta calidad científica de este congreso, que es­ tuvo asegurada desde el primer día por la presencia de estudiosos de reco­ nocida fama mundial, creemos necesario decir que el tema mismo del congreso exigía un tratamiento más detenido desde el punto de vista práctico o pastoral. No se comprende, en efecto, que en un congreso que se pone por meta el estudio del ateísmo desde la perspectiva de la evangelización, el problema de la búsqueda de formas pastorales nuevas y adecuadas se aborde sólo de pasada

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