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324 JOSE M. GARCIA LABORDA — Respecto a la creación de un repertorio musical de iglesia no dar sola­ mente el voto al compositor especializado, dejar hablar también al sociólogo, al psicólogo, a los pastores y a los mismos fieles. El compositor está al servicio de la comunidad. A la hora de componer su música para la iglesia debe tener en cuenta los tres aspectos fundamentales: para qué tipo de personas, con qué finalidad, y con qué medios instrumentales o acústicos cuenta. — Tener en cuenta los condicionamientos culturales y sociológicos de los diversos géneros musicales. Un negro de Africa se puede sentir tan extraño cantando gregoriano como el europeo que intenta expresar sus sentimientos religiosos con un espiritual negro que contiene referencias musicales y textua­ les tal vez muy diferentes a su cultura. El respeto a las formas autóctonas no significa inevitablemente un transplante de las mismas a las diversas culturas. — Por último, tratar de evitar normas «oficiales» en una materia tan ra­ dicalmente relativa como el canto y la música. Dejar más espacio a la inspira­ ción del espíritu y del pueblo. José M. G a r c ía L aborda

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