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314 IGNACIO HERNAIZ medida al resto de morales) sino porque, como explica Chardin, es la ética más evolucionada. ¿Por qué esa graduación ética de corte saintsimoniana? Primero los poli teísmos fetichistas y gnosticismos, luego los ateísmos, más tarde los deísmos, después los panteísmos y panenteísmos, por fin las religiones monoteístas es tudiadas y, por último, en la cúspide del proceso del desarrollo sensible el teísmo cristiano y, si apuramos un poco más, tras el protestantismo y el cris tianismo ortodoxo, el catolicismo. Porque, primero está la concepción instintiva del animal, que es compren dida por el sicoanálisis de S. Freud; segundo, la cosmovisión materialista me- canicista de la vida, analizada por el evolucionismo de Ch. Darwin; tercero, la visión delmundo idealista subjetiva; tras el planteamiento racional el es piritual, pero fuera de la religión, como en el positivismo de A. Comte; cuarto, la comprensión del alma colectiva de la humanidad, estudiada en la dialéctica materialista de K. Marx; quinto, el pensamiento de la existencia humana en función del alma individual, sintetizado magníficamente en el existencialismo metafísico de S. Kierkegaard; y sexto, la relación personal con Dios, como ha comprendido extraordinariamente, el idealismo objetivo y científico de Teilhard. La diferencia del cristianismo con las otras grandes religiones es esa pre cisamente: la relación con un Dios personal, no colectivamente como el hin- duismo y el budismo (morales ateasse las ha llamado a las éticas asiáticas), no por ser un pueblo elegido como eljudaismo, en gran manera y, el isla mismo, en menor escala. Y esta relación del ser humano con un Dios que le individualiza (sin olvidar que es una parte de un todo), tiene dos cualidades, que son los distintivos de nuestra religión sobre las demás: el concepto de persona y el de Providencia. Los dos mandamientos principales para el cristia no son: amar a Dios y al prójimo. El ser humano no es número matemático, un elemento social, un gene bio lógico, una partícula física, una molécula química y una circunstancia social, en una palabra, una casualidad en la confluencia del tiempo y el espacio (los otros dos infinitos están en función del tercero, el espiritual). Dios no es algo alejado de nosotros, como en el caso del panteísmo, un ideal como la justicia, la libertad o el amor, sino que Dios es la Providencia que se relaciona perso nalmente con cada uno de nosotros. Tampoco hay que confundir a Dios con las cosas, que es el deísmo. Pero tampoco está Dios fuera de las cosas mate riales, a las cuales ama. La ética cristiana es la del amor. La moral cristiana y la cultura occidental es la que más se ha extendido por todo el planeta, do minando a todas las civilizaciones, llegando a todos los continentes y teniendo, actualmente, a la cuarta parte de la población mundial bautizada. Una última cuestión, a favor del catolicismo, con respecto a las demás re ligiones: la mística. No todas las éticas producen místicos: del islamismo, sólo la secta sufí; del budismo, sólo el zen y el lamaísmo; el hinduismo sí y el judaismo no; del cristianismo, sólo el catolicismo del que se contabilizan en
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