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278 ENRIQUE RIVERA centrismos humanos, puestos en relieve en la descripción que hace Toynbee, de la marcha de la historia. En la última época de su vida este pensador ha entrevisto que en un próximo futuro un vacío histórico agranda su pavorosa nihilidad por los caminos de la técnica. Antes, sin embargo, de enfrentar este nuevo vacío con la santidad, me permito un breve excursus, que creo aleccionador, por cuanto corrobora la reflexión que terminamos de hacer. Me induce a ello el filósofo argentino, León Dujovne, cuando afirma que Toynbee se ha inspirado en H. Bergson al formular algunas de sus grandes ideas sobre filosofía de la historia 18. En su obra de última madurez, Les deux sources..., Henri Bergson advierte cómo el hombre va ensanchando su amor en círculos concén tricos de radio cada vez mayor: familia, patria, humanidad. Esto parece decir que el resorte del amor a la familia y a la patria vendría a ser el mismo que el del amor a la humanidad. Sin embargo, la reflexión filosófica percibe que los dos amores primeros son instintivos, enraiza dos en la misma biología del ser humano. Por el contrario, las tenden cias sociales no suscitan amor a la humanidad sino más bien la lucha de unos pueblos contra otros 19. ¿De dónde surge entonces ese gran amor que declara a todos los hombres hermanos? Bergson acude en este momento a la mística. Advierte que el amor místico que arrebata a los santos no prolonga ningún instinto. Tampoco es efecto de una mera idea universalista. Proviene de que es un amor que coincide con el amor de Dios. «Es de esencia metafísica aun más que moral», setencia Bergson20. Ello se debe a que en el momento cumbre de la vida mística la libertad del santo coincide con la actividad divina21. Es ésta una tesitura enormemente atrevida que un pensador cristiano retoca con otras frases del mismo Bergson, menos atrevidas pero más rectas. En efecto, Bergson llama a los místicos, evocando a San Pablo: «adjutores Dei » 22. En tal situación repara que son «pa cientes» respecto de Dios, pero «agentes» respecto de los hombres. Es en este recibir de Dios y actuar sobre el hombre donde se halla la 18. L. D u jo v n e , La filosofía de la historia de Nietzsche a Toynbee, Buenos Aires 1957, 197-201. 19. H. B e r g s o n , Les deux sources de la morale et de la religión. Oeuvres (édit. du centenaire) 1173-1174. 20. O. c., 1174. 21. O. c.t 1194. 22. O. 1173.
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