PS_NyG_1981v028n002p0227_02680410
234 GERMAN ZAMORA laciones y «posibilidades metafísicas». Sólo entonces se amoldarán al mecanismo de la naturaleza 12. Interpelado por el retraso de su país en lo científico y económico, veía una salida del estancamiento en «el amor al gusto moderno expe rimental», y pronosticaba a sus auditores un futuro de su academia com parable al presente de la Real Sociedad Londinense, «gran teatro de la experiencia y observatorio famoso de la naturaleza». Una nación fecun da en ingenios — de lo que España había ofrecido pruebas fehacientes, según los ilustrados, hasta el siglo xvn— podría quemar etapas y alcanzar, en no muchos años 13, el tren perdido del progreso y el ritmo del continente. Según Campomanes, el tan alabado canciller inglés había sido sólo el portaestandarte de una legión que abrió brecha hacia la nueva era, y en cuya vanguardia militaron una pléyade de españoles egregios, como Luis Vives, Gómez Pereira, Francisco Valles — «el H i pócrates de estos últimos siglos»— , Huarte, Sabuco... I4. Era necesario empalmar con estos iniciadores, salvando sin complejos el bache, de siglo y medio largo de ausencia, en el concierto científico europeo, para atajar la inquietante pregunta aplicada a un ramo del saber por G. Mayáns en 1747 así: «Si tratamos de la medicina, cuando todas las naciones están adelantándola, ¿qué es lo que esta ciencia debe a España en nuestros días?» — preludio del reto revulsivo de Masson de Morvi- lliers 15. Efecto secundario del patriotismo del fiscal y de otras motivaciones ilustradas fue, en el área de la pedagogía, su afán de que las ciencias particulares se enseñaran en castellano, porque el latín, «aunque uni versal, ni es del gusto de todos, ni todos se hallan en estado de escribir en ella». Además, la enseñanza en vernáculo supondría enriquecer el idioma patrio con voces nuevas y potenciarlo en el área científica al 12. ACC, 22/24, [A ] La Real Sociedad de la Enseñanza Física-Médica Matritense, ms. de 16 hoj. y 217 X 160 mm. Hay ribetes de positivismo ger minal en ese culto a la ciencia, con sus métodos, y aversión a la metafísica y los suyos. Al mismo tiempo se muestra el enfoque del «savoir pour pouvoir». Puede verse G . G argallo , La scoperta delVutile nel Settecento, Roma 1951. 13. Diez le parecían suficientes a Olavide para que el buen efecto de las reformas se hiciera notar (Plan de estudios para la universidad de Sevilla, ed., y estudio preliminar por F. Aguilar Piñal, Barcelona 1969, 117). 14. Gf. M. B a tllo r i -R . G arcía -V illoslada , II pensiero della Rinascenza in Spagna e Portogallo, en Grande Antología Filosófica, VII, 279-657. 15. En carta al pavorde Asensio Sales, de 26 de agosto de 1747 (cit. por A. M e st r e , Ilustración y reforma de la Iglesia, en el Apéndice documental, 480).
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz