PS_NyG_1981v028n002p0227_02680410

266 GERMAN ZAMORA 5 ) en lo disciplinar, profesores y alumnos han de sujetarse riguro­ samente a sus respectivas obligaciones. En lo académico, urge la creación de nuevas cátedras, la mejor dotación de todas y la composición de textos oficiales. En lo administrativo, la pér­ dida de la autonomía y sumisión a la Corona. Para cada facultad concreta se postula: En la de teología 1 ) retorno a las fuentes bíblico-patrísticas 2) programación de la teología «positiva» 3) arrinconamiento de la teología especulativa o escolástica 4) parajansenismo... En la de filosofía, 1 ) rechazo de los sistemas 2 ) eclecticismo programático 3) practicismo utilitario y preferencia de sus disciplinas. De ahí el realce de la filosofía moral, de la física experimental, equi­ parada a la filosofía natural, cuando no a toda la filosofía, y de las ciencias de la educación. De ahí también el menosprecio de la metafísica, reducida a un conjunto de ideas generales, sin reverso ontològico 4) meditar y reflexionar son tomados por «cavilar». Lógica versus metodología. Apogeo de la crítica, hermenéutica y objetivista, y apenas filosófica y subjetivista. En las de jurisprudencia Estudio de «nuevos» derechos: natural, de gentes, patrio, munici­ pal, con retroceso de sus asignaturas clásicas — romano, canónico, de­ cretal— y afirmación de lo positivo. Regalismo. En humanidades Filologismo. Restauración de las «lenguas sabias» — hebreo, griego, latín, árabe— . Uso del castellano en la universidad. Aprecio del si­ glo xvi como edad áurea de la literatura hispánica. Resumido en dos palabras, positivización y estatalización de la en­ señanza, ambos fenómenos aun en grado rudimentario, a nivel de su

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz