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LA REFORMA DE LOS ESTUDIOS FILOSOFICOS. 263 siempre por unas instituciones que sintonicen perfectamente con la física, con parte de lo que hoy llamamos filosofía moderna y con el eclecticismo. Bajo estos aspectos se impone por texto «el Genuense, actual cate­ drático de Nápoles 60, el Jacquier 61 u otro de los autores que se conside­ re más metódico». Sólo faltaba añadir al de estos extranjeros un nombre, para que la terna de autores no españoles que triunfaría en los auspicios del Con­ sejo de Castilla quedara plenamente diseñada: el de Pedro Musschen- broek. Pero este trío no eliminaba la esperanza de que algún profesor español de filosofía diera a luz el curso apetecido, dentro de las coor­ denadas citadas, sino que la acrecía. E l Discurso crítico-político, que quería dotar a España de un plan integral de formación, no se contentaba con delinear sus etapas elemen­ tal, media y superior, sino que incluía un atisbo de lo que actualmente se conoce por el nombre de formación permanente de adultos. 60. Antonio Genovesi (1712-69) regentaba a la sazón la cátedra de economía política, creada expresamente para él (1754), después de aspirar en vano a una cátedra de teología y concluir un brillante período universitario de docencia filosófica (1741-53). Su acceso a la facultad de teología había sido bloqueado a causa de sus ideas en pro de la «nuova libertà di filosofare». Entre sus obras destacan Delle lezioni di commercio (1765-67) en el campo de la economía polí­ tica; Universae theologiae christianae elementa (pòstuma, 1771) en el de la teo­ logía, y en filosofía Elementa metaphysicae mathematicum in morem adornata. Pars prior: Ontosophia (Neapoli 1743). Elementorum artis logico-criticae libri V (Neapoli 1745). Principia psychosophiae. Principia philosophiae naturclis. De principiis legis naturalis (Neapoli 1747). A este manual de filosofía se refiere el Discurso crítico-político. 61. Francisco Jacquier (1711-88), religioso mínimo francés, matemático, físico y filósofo, autor de Jnstitutiones philosophicae ad studia theologica accommodata, en las que se muestra newtoniano en física y ecléctico en lo demás. Muchas veces reeditadas desde su aparición (Roma 1749) y traducidas al castellano por Santos Diez González (Madrid, 1787-88, 6 vols.). Puede verse una valoración, un tanto extemporánea, de la filosofía de Jacquier, en A. H ered ia S oriano , La filosofía "oficial” en la España del siglo xix (1800-1833), en La ciudad de Dios 185 (1972) 493-542. Al cursado por esos autores es al que se denomina en el Discurso crítico- político «estudio de la verdadera filosofía». Y tal será el cliché dictado siste­ máticamente por Campomanes al revisar los planes de estudios propuestos por cada universidad mayor, aunque a veces se muestre tolerante con los hechos o impotente frente a ellos y se añadan los nombres de Vernei para una parte de la filosofía y Musschenbroek para la física experimental. El Consejo de Castilla se plegará, por lo común, al dictamen de su mentor, con aquiescencia estereotipada: «Como lo dice el Fiscal».