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FE Y PROMOCION DE LA JUSTICIA 149 ganarle 10. La clase media (diríamos en terminología nuestra) también es atendida por Jesucristo. Los integrantes de la familia acomodada de Betania son sus « am ig o s»11; va en busca de la samaritana 12, de la pecadora que unge sus pies 13, de la adúltera 14, siempre para ganar sus almas extraviadas. Los mismos apóstoles de quienes se rodea no eran pobres, sino pescadores acomodados de la clase media. Por otro lado, los sujetos pasivos de sus intervenciones milagrosas no son sólo los pobres, sino también los ricos: convierte el agua en vino en las rumbosas bodas de Caná 15; cura al siervo del centurión I6; resucita a la hija de Jairo , jefe de la sinagoga 17 y a Lázaro 19. Más aun, si hubiese tenido reservas contra la riqueza, como tal, no hubiera usado parábolas en que compara su Reino con un rico que da una cena opu­ lenta 19, o con un Rey que dispuso unas suntuosas bodas para su h ijo 20. Todos estos datos parecen indicar que la promoción de la justicia, y en general el problema que hoy llamamos social, no entraron en las preocupaciones de Cristo, que aceptó el status social de su tiempo sin condenarlo ni alabarlo, y que se dedicó exclusivamente a su misión espiritual de la salvación de las almas, sin género alguna de discrimi­ nación. Más todavía: Pablo, imbuido como nadie del espíritu de Cristo, no le dice a Filemón que dé libertad a su esclavo Onésimo, sino que le trate con amor y como a un hermano21. Un paso más: tratando de justicia distributiva, es también desconcertante la respuesta que da Jesús a un sujeto que acude a él para pedirle que ruegue a su hermano le dé la parte de la herencia que le corresponde, y que éste no quería 10. Jn 3, 1-21. El caso del joven rico que acude a Jesús (Mt 19, 16-21) no puede aducirse aquí, ya que no va Jesús a él, sino él a Jesús; sin embargo, sí puede aducirse dentro del contexto en que hablamos, ya que Cristo no hace discriminación alguna clasista, invitando a este joven rico a ser su discípulo; y ¿su apóstol? 11. Le 10, 38-42; Jn 11, 11. 12. Jn 4, 4-26. 13. Le 7, 37-50. 14. Jn 8, 3-11. 15. Jn 2, 1-11. 16. Mt 8, 2-10. 17. Mt 9, 18-19; 23-25; Le 8, 41-42. 18. Jn 11, 1-16. 19. Le 14, 15-24. 20. Mt 22, 1-14. 21 Fil 8, 18.

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