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IGLESIA Y PROGRESO HUMANO 121 defiende los llama sagrados porque son destello del paso de Dios por su creatura humana. Precisamente si alguna novedad significa la reve­ lación cristiana, y especialmente el Nuevo Testamento, es la defensa y valoración supremas del hombre, al que debe subordinarse todo otro valor, incluso instituciones tan venerables e intangibles como la ley, el templo y el sábado5. La persona es el gran valor que aporta el cristianismo porque ve en ella la «imagen de Dios», el destinatario de la revelación, el beneficiario de la redención y el objeto de la pre­ dilección de Dios: «Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo Unigénito» (Jn 1, 14; 3, 16). La promoción del hombre en aras del auténtico progreso humano no tiene para el cristianismo tope y su medida y meta es llegar a la estatura de Cristo Jesús. Vocación, por tanto, a la adultez, a pasar de la condición de siervos a la de hijos a la medida del Hijo. c) Un capítulo fundamental de la promoción y desarrollo del hom­ bre lo constituye la relación de éste con la creación, según la doctrina del Génesis. La misión del hombre en el mundo es colaborar en la obra comenzada por Dios en la creación. Está llamado a ser agente del progreso del mundo, el mundo salido de las manos de Dios es para el hombre una tarea y no sólo un objeto de contemplación: «Dominad la tierra» (Gen 1, 28), imperio del hombre sobre todo lo creado en prolongación de la obra del Creador. Invitado a seguir las huellas de de Dios «siempre activo» (cf. Gen 2, 2-3; Ex 20, 9-11). El hombre queda constituido señor del mundo por decisión libérri­ ma y gratuita de Dios, y esto es posible porque lleva en sí grabada la imagen divina (Gen 1, 27). Con razón canta el salmista maravillado: «¿Qué es el hombre para que te acuerdes de é l?... Le has establecido sobre las obras de tus manos» 6. La conexión entre «imagen de Dios» y «dominio sobre la tierra» se atestigua más claramente aun en Eclo 17, 1-4 que evoca a Gen 1, 27 y 9, 2-3. 5. Ante la L ey : radicalización de Jesús frente a Ja Ley: Mt 5, 21 s. com­ parado con Ex 20, 13 s.; crítica deJesús a la Ley: Mt 11, 5 s. y par. com­ parado con Is 29, 18 s.; 35, 5 s.; 61, 1; Jesús revoca la Ley: Mt 5, 33-42 frente a Dt 24, 1; Jesús supera la Lev: Mt 5, 17. Ante el Templo: Jn 2, 18-21; 4, 21. 24; Mt 24, 1-2; 26, 61; 27, 40 y par.; Me 14, 58 y par. Ante el culto ritual :Me 7, 1-23 y par.; cf. Me 1, 41 y par.; 2, 15y par.; 2, 18 y par.; 5, 41; Le 7, 14; 11, 38. Ante el sábado : Me 2, 23-27 y par.; 3, 1-6 ypar.; Le 13,10-17;14, 1-6; Jn 5, 1-18; 9, 1-39; 7, 22. 6 Ps 8, 6-7; cf. Heb 2, 3-9; Ps 115, 16; cf. GS 12; 33-34; 67; 93.

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