PS_NyG_1981v028n001p0087_01160410

Carisma religioso e inserción diocesana* (Anotaciones al Mutuae Relationesj 1. P r e s e n t a c i ó n d e l t e m a Comencemos, antes de entrar en tema, por decir algo en torno al significado de los términos del título. Si vamos a hablar aquí del carisma religioso y de la inserción diocesana de los religiosos, deuna manera muy principal, procede aclarar ya desde el principio esos dos conceptos. No se trata de hacer un estudio serio sobre el particular, puesto que no es ese el objetivo del presente trabajo. Se trata sólo de dejar suficientemente claros, pero en forma esquemática, esos dos con­ ceptos, sin lo cual lo que se dice más adelante quedaría expuesto a toda clase de imprecisiones. Y en relación con esta cuestión —aclarar esos dos conceptos—, digamos lo siguiente. 1.1. Carisma y vida religiosa Desde luego que en la comprensión del concepto de carisma ha existido una notable evolución en el pensamiento de la Iglesia. La idea que se barajaba en la antigua escolástica,y según la cual los carismas se entendían como «privilegios peculiares de la Iglesia apos­ tólica», ha quedado definitivamente superada. Frente a esa manera ali­ corta de ver, el Vaticano II nos brinda una descripción que clarifica mucho el concepto de carisma. Dice así el último Concilio: «Además, el mismo Espíritu Santo no sólo santifica y dirige al Pueblo de Dios mediante los sacramentos y los misterios y le adorna con virtu- * Este trabajo fue presentado por su autor en la II Semana Castellano- Leonesa de Vida Religiosa, que tuvo lugar en Valladolid los días 23-27 de sep­ tiembre de 1980, y cuyo tema general fue: "Los religiosos en la pastoral dioce- sana}>.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz