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UN CANONIGO SEPULVEDANO DE LEON 43 desde 1904 llevaba acopiando materiales en sus inviernos legionenses. Sus sobrinas, nietas, conservan un retrato suyo de sus últimos tiempos, obra del fotógrafo leonés G. Gracia, con una fuerte impronta de recie­ dumbre eclesiástica y alguna dignidad romana. Junto a la reconstruc­ ción del altar de la Virgen del Olvido de que Sor Patrocinio le hiciera merced y una Inmaculada noblemente barroca. Sus dos proyectos postumos, ambos con sede en su pueblo, no habían de llegar a cogüelmo. Consistía el uno en la dotación de una capellanía al servicio de la Virgen del Buen Suceso, venerada en una de las capillas laterales bizantinas de su parroquia de San Bartolomé Y el otro en la institución en Sepúlveda de una preceptoría donde pudieran cursar latín y humanidades, antes de pasar al seminario de Segovia, los aspirantes al sacerdocio 10°, para lo cual legó la suma, entonces no desdeñable, de cincuenta mil pesetas, y al parecer una casa en la Subida al Salvador, entonces con corral y establo. En dicho edi­ ficio llegaron a impartirse algunas enseñanzas de la misma y el recodo que formaba recibió el nombre de Plazuela de don Eulogio. Pero la escasa demografía del país, la parsimonia de sus vocaciones y la desidia hicieron que los caudales en cuestión fueran adscritos sin más a la provisión de becas en el dicho seminario de la capital de la diócesis. Sin embargo ninguno de los dos designios consta en su único testa­ mento que a la vista hemos tenido, otorgado en León ante el notario don Miguel Romón Melero, el 20 de noviembre de 1909 101. Pero su 99. Su fiesta se celebraba rumbosamente el día 8 de septiembre gracias al celo de una cofradía que, desde el doble punto de vista de los festejos po­ pulares por ella sufragados y la rotación anual de sus hermanos en el desempeño de los tales gastos y menesteres, anejos a la titulación periódica a los mismos de ciertos cargos militares, de sargento a maestre de campos, recordaba de lejos la de la patrona de la villa y su tierra, Nuestra Señora de la Peña. 100. Sobre estas «antesalas» de los seminarios menores en nuest o país y la misma época, puede verse nuestro libro El monacato en España e Hispano­ américa, Salamanca 1977, 572-3 y 605. 101. «Previa invocación y profesión de la religión católica, apostólica, ro­ mana, de la que es ministro». Bajo el número de su protocolo 388. Agradece­ mos su copia al archivero del distrito, nuestro compañero Celso Miguel del Co­ rral. En el tal se limitaba a instituir heredera universal a su sobrina Bonifacia Horcajo Serna y a ordenar algunos legados en favor de otros sobrinos. Dos de aquellos consistían en las participaciones que le habían correspondido por he­ rencia de sus padres en sendas casas en Sepúlveda, a la plaza del Trigo y a la calle del Espinacar. Otro, en unas fincas en los pueblos de los Cortos v Man- silla, del partido sepulvedano también, que él había comprado en Segovia en 1902, detalle éste que nos facilita un indicio de la promoción económica de aquel clero, además de la social.

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