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40 ANTONIO LINAGE CONDE volvimiento posterior de sus actividades en la ciudad, es dable pensar que en las primeras intenciones de aquél ya estuviera esa cierta dedi­ cación de didacta a que le hemos constantemente visto entregado en Guadalajara, sin embargo de lo cual hasta el 25 de agosto de 1889, fecha en que el obispo le designó, para representarle, vocal delegado en la Junta provincial de Instrucción, no desempeñó en su nuevo des­ tino menester académico alguno, y la continuidad de su docencia en él se haría esperar bastante, hasta fines de siglo, pues si bien el 28 de enero de 1890 el rector de la Universidad de Oviedo le nombraba profesor auxiliar interino y gratuito del Instituto, y a fuer de tal desempeñó en él por más de tres meses la cátedra de Retórica, por enfermedad del «propietario», cesaba el 8 de febrero de 1893, y sólo el 6 de julio de 1899 el ministro de Fomento le preconizaría profesor de Religión de la Escuela normal elemental de maestros, cargo de que se posesionó de inmediato, el día 15 del mismo mes, pero en el que cesó el 31 de diciembre, extrañamente y en pleno curso, sin que nos sea dado vislumbrar sus motivos. A pesar de todo no se cortaron sus contactos con el magisterio, y el 16 de octubre de 1901 era de­ signado juez de las oposiciones para las escuelas de la provincia. Pero sería en la enseñanza media donde arraigaría, desde su nombramiento, todavía por la reina regente93, el 1 de enero de 1902, de capellán del entonces llamado Instituto General y Técnico, en el cual sería también profesor de Religión y Moral. Igualmente, sus funciones aún más estrictamente eclesiásticas en la diócesis conocerían un normal desarrollo. En la primera sesión del sínodo diocesano, el 16 de mayo de 1893, fue designado, sínodo appro- bante, examinador sinodal; el 6 de diciembre de 1895, el obispo le nombró consiliario de disciplina del seminario; y desde el 29 de octu­ bre de 1894 hasta el 7 de julio de 1896 fue, por la misma voluntad episcopal, maestro de novicios para la restauración y organización de los canónigos «regulares» de la Colegiata de San Isidoro, cesando una vez que su misión resultaba innecesaria por la consumada profesión del abad y demás capitulares» 94. Parece que, a pesar de la titulación, algo más bien «administrativo». tatutos de la Santa Iglesia Catedral de León, León 1907). Tomamos estos datos de T. V illac o rta R o d rígu ez , El cabildo catedral de León. Estudio histórico- jurídico. Siglos X II-X IX , León 1974, 73-5 y 79-80. 93. Por disposición inserta en la Gaceta de Madrid. 94. El 26 de marzo de 1895 el mismo obispo le designó juez examinador de los ejercicios para la provisión de una canongía vacante en la catedral.