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UN CANONIGO SEPULVEDANO DE LEON 33 el árabe formaban parte de los estudios comunes de la tal carrera. Y con el espaldarazo universitario primero y las aguas de la Restau­ ración después, debióle a don Eulogio ser fácil un ensanchamiento intelectual de sus menesteres y así, el 21 de mayo de 1875, la Diputa­ ción Provincial le nombraba profesor de religión y moral en la Escuela Normal de Maestros; y el 26 de agosto siguiente, la Dirección General de Instrucción Pública, de la de Maestras 66, siendo como tal, a menu­ do, juez de los tribunales de oposiciones al magisterio67, y sustituyendo al director y a sus comprofesores en sus enfermedades y ausencias. Así explicaba en 1877 segundo de castellano68, y también tercero al año siguiente, todo gratis et amore. Y en sus últimos años guadalajareños, de 1883 a 1885, amplió sus servicios al Instituto, como vocal del tribunal para los exámenes libres de la sección de letras 69. 125 pesetas era la dotación de cada uno de sus dos cargos docentes, la cual sólo diez años más tarde le sería duplicada 70 y aumentada poco después71. Mientras tanto, la misma Restauración había cambiado el clima del país lo bastante como para que Sor Patrocinio pudiera pensar en su regreso y la restauración de su obra, a lo cual era favorable su inde­ fectible amiga Isabel II desde el exilio, cuyo hijo ya reinaba en el Palacio de Oriente. Y parece que si el retorno se retrasó algo lo fue por la prudencia expectante del nuevo arzobispo de Toledo, el carde­ nal Juan Ignacio Moreno que, si bien había dado muestras de inde­ pendencia y energía tales como la publicación en 1865, sin esperar el placet del poder civil, nada menos que del Syllabus y la Quanta cura cuando gobernada la archidiócesis de Valladolid, también las dio de bastante diplomacia como para no ser oficialmente encausado, según 66. Desempeñó los tales cargos hasta el 10 de noviembre de 1886, coin­ cidiendo con su traslado canónico a León. 67. Función que era de nombramiento de la Junta provincial de Instruc­ ción Pública. 68. Por traslado de don Gregorio Herráiz. 69. En 1876 se había celebrado en Guadajara una exposición provincial, y los trabajos que don Eulogio presentó a la misma, en unión de sus compañeros de claustro, obtuvieron medallas de plata y de bronce y fueron felicitados por el rector de la Universidad. Sentimos no poder aportar más datos de los mis­ mos, pero de la dirección de la actual Escuela Universitaria del Profesorado de Enseñanza General Básica, se nos ha comunicado ser su investigación imposible, a consecuencia de las mermas sufridas por el archivo del centro con motivo de sus sucesivos traslados después de la guerra. 70. El 1 de julio de 1885. 71. En otras 125 ptas., en total, el 22 de enero de 1886, por la Dirección General, a propuesta de la Diputación Provincial. 3