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24 ANTONIO LINAGE CONDE mente casas de su orden, casi todas en las cercanías de la corte y bastantes en los mismos sitios reales 41, y con la innovación de esta­ blecerse sendos colegios para niñas pobres en las tales comunidades de clausura. Benjamín Jarnés ha escrito, a este propósito, ser «funda­ ciones que se realizan con la misma suavidad. Sor Patrocinio acude a tomar posesión; a edificar, eso sí, con su escrupulosa vida conventual, a un grupo nuevo de vírgenes»42. Así la de Lozoya, en I860 43, ocu­ pando en medio del pequeño casco urbano44 un fundo que había sido de los marqueses segovianos del título del mismo pueblo y que la familia Pastor había adquirido de ellos en 1802 45. Tras la restau­ ración no fue restablecida la casa, una de las clausuradas en 1868. Corrían los días de la guerra de Africa, cuando «se inventan nuevas penitencias para lograr el triunfo de las armas españolas. La reina pide oraciones, y en todos los conventos se recrudecen las plegarias, las mortificaciones»4Ó. A fines del año anterior, el 27 de noviembre de 1859, había escrito la monja a su soberana: «Remito las banderas que ayer concluimos; mucho me servirá de consuelo que sean del gusto de V. M. y, sobre todo, que Dios se digne conceder la victoria que del Caballero de Gracia se llamó la rama más observante o «descalza» de las concepcionistas a que Sor Patrocinio pertenecía, pues fue aquél el primero de sus conventos, constituido en 1604 por la fundadora de la descalcez María de San Pablo ( = María Ugarte y Sarabia). Su supresión tuvo lugar al principio de la década de los cuarenta. Su comunidad se trasladó entonces al de La La­ tina, donde hubo de convivir con la de la otra rama de las concepcionistas fran­ ciscas mismas y con las de los Angeles y las de Constantinopla. A petición de doña María Vildósola, el duque de Medinaceli la cedió el de Jesús, que había sido antes de la desamortización de los trinitarios descalzos. Algún tiempo estuvo en el antes benedictino de Montserrat, en la calle de San Bernardo, cuando casi todo él era cárcel de mujeres. 41. Por este orden cronológico y sin pretensiones exhaustivas, Torrelagu- na, Aranjuez, La Granja, El Pardo, El Escorial, Lozoya, San Sebastián, Guada­ lajara (restauración) y Manzanares. 42. Sor ’Patrocinio, 152-3. 43. Dato facilitado sobre el terreno por doña María Pastor, nieta del pro­ pietario de la finca que a su vez la facilitó para la fundación, don Mariano Pastor, y todavía dueña de la misma. Rectificamos así la data de 1862 (la de Jarnés. p. 156 de Sor Patrocinio ), aunque sabida es la elasticidad con que la determinación inicial cronológica de los establecimientos conventuales puede puntualizarse, del proyecto a la consumación. 44. Teniendo en cuenta su índole veraniega éste se encuentra bastante renovado y «amabilizado» un tanto modernamente hoy. Su contraste con las otras aldeas del país serrano que no han merecido esa suerte es palmario. 45. Aunque el convento no ocupó, como se ha pretendido, la casa solariega del marquesado. 46. Sor Patrocinio, 153-4.

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