PS_NyG_1981v028n001p0007_00840410

UN CANONIGO SEPULVEDANO DE LEON 23 El convento de Lozoya fue una de las fundaciones de Sor Patro­ cinio 37, la tan famosa sierva de Dios 38 de la monarquía de Isabel I I 39. «Campeona de desterrados» que de veras mereció ser llamada, pues entre 1837 y 1855 y desde 1868 hasta la restauración, su vida estuvo jalonada de forzosos y aparatosos desplazamientos de sus conventos madrileños40 que la vinieron imperados a caballo entre lo adminis­ trativo y lo judicial, aunque por supuesto siempre baja, desconsiderada y desagradablemente políticos, al nivel de las rapadas y resentidas in­ trigas de la partitocracia. Pero desde 1856 a 1868, lo que vale tanto como del fin del bienio progresista a la revolución de septiembre, gozó de una etapa tranquila que aprovechó para fundar infatigable- 37. María de los Dolores Josefa Anastasia Quiroga y Capodardo; María Rafaela en religión, además de su nombre habitual. 38. Isabel de Jesús, Vida de la sierva de Dios Sor María de los Dolores y 'Patrocinio y Guadalajara 1925; R. Risco, Vida y defensa de Sor Patrocinio, lla­ mada vulgarmente la monja de las llagas, Madrid 1915; J. B. Gomis, Scxr Pa­ trocinio, la monja de las llagas, Madrid 1946 y B. Jarnés, Sor Patrocinio. La monja de las llagas, 3.a ed., Madrid 1936. Pueden también verse C. Fernández, El beato padre Antonio María Claret. Historia documentada de su vida y em­ presas, Madrid, s. a., II, 659-64 (para el ambiente de la corte, más datos en la obra del mismo autor. El confesor de Isabel II y sus actividades en Madrid, Madrid 1964). 39. «El trío religioso que frecuenta el Palacio», con San Antonio María Claret y Santa María Micaela del Santísimo Sacramento, que dice A. Barrios Moneo en su biografía de la última, Mujer audaz (Madrid 1968, 451). La de Sor Patrocinio es una de las estampas expiatorias de la literatura ambientada en aquel marco cortesano. Así Galdós, que trató de ella repetidamente dentro de los Episodios nacionales, la alude en Miau (cap. 22): «¿Cómo puede olvidar Pez que los del gorro colorado le sostuvieron en la Dirección de Rentas, y que los amadeístas casi casi le hacen ministro, y que los moderados del tiempo de Sor Patrocinio le dieron la gran cruz?». La primera alusión de los Episodios está en Bodas reales, cap. 23: «una monja medio santa, cuyo nombre se me ha olvidado», y tenía «el don de hacerse invisible y de pasar de este mundo a los otros, en lenguaje de religión, infierno y purgatorio». Otras en Narváez (cap. 25), Los duendes de la camarilla (cap. 6), La revolución de julio (cap. 13), 0 }Donnell (cap. 4), Carlos VI en la Rápita (cap. 14), Prim (cap. 2), España trá­ gica (cap. 14), Amadeo I (cap. 10), y La de los tristes destinos (cap. 3): «Esta la Historia de España que están haciendo allá la Isabel y el diablo, la Patro­ cinio y O ’Donnell, y los malditos moderados». Valle-Inclán, a lo largo de casi todo el libro X (Jornada regia) de La corte de los milagros (parte de su trilogía El ruedo ibérico). Para la novela por entregas, Ramón Ortega y Frías en La política y sus misterios o el libro de Satanás (Madrid 1869), lib. III, La cabeza de la reina y el corazón de la mujer; tomo III, caps. 56-64, 119-79. Y el engendro escénico De San Pascual a San Gil, estrenado en la temporada 1979-80, de Do­ mingo Miras. 40. El del Caballero de Gracia, así llamado por su fundación ya durante la vida de este un tanto legendario personaje del Madrid de los Austrias y en una casa por él mismo cedida; y a su cierre, el del Jesús Nazareno. Precisamente

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz