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20 ANTONIO LINAGE CONDE Eulogio, dejando, niño todavía, para vestir ya la sotana como era de ley y costumbre, el arriscado pueblo natal — «con vosotros pasó, entre esas pintorescas rocas, las travesuras infantiles», que bastante más tarde se dirigiría a sus paisanos al dedicarles el Compendio del cristiano instruido en su ley— cursólos en el Seminario de Segovia. Llamábase éste conciliar, en recuerdo de la imperatividad misma de Trento que a la larga acabaría determinando su erección. Y decimos que «a la larga» puesto que por doquier tardarían bastante en regu­ larizarse las exigencias canónicas en tal ámbito. El de Segovia 27 venía funcionando (lo cual comparativamente más bien nos resulta tempra­ n o )28, desde 1781, trasladado del precedente Colegio de San Ildefonso debido a la munificencia testamentaria, treinta años atrás, de don Diego de Ochoa Ondátegui, e instalado en el antiguo edificio de los jesuitas, bajo la advocación del patrón del obispado, San Frutos, que por haber vivido eremíticamente en las tierras de Sepúlveda sería una de las constantes devocionales del futuro canónigo de la villa. Antes de recibir las órdenes, había obtenido el 12 de octubre de 1863 por concurso, uno de los curatos vacantes de la diócesis, el de Riofrío de Riaza, y a título de tal se ordenó, parece que con alguna dispensa de la edad canónica, como por otra parte venía y seguiría siendo habitual en el país y la época, tomando posesión del mismo el 2 de abril del año siguiente. Riofrío es una aldea serrana de muy rigurosos inviernos y nieves, sita al noreste del obispado y ya en sus confines con el de Sigüenza, el cual se adentra bastante en la provincia civil de Segovia29 hasta comprender una gran parte del partido judicial de Riaza, éste colin­ dante con el de Sepúlveda30. Dista dos leguas escasas de Riaza mis- 27. M. G a r c ía H ernando, El Seminario Conciliar de Segovia. Antecedentes históricos, en Estudios segovianos 11 (1959) 5-239. En el archivo diocesano se conserva el manuscrito Noticias de la fundación del Colegio seminario titidado de San Frutos de Segovia. 28. Ad exemplum puede verse de E. D u ro P eñ a, El Seminario Conciliar de San Fernando de Orense, en Rispania sacra 13 (1960) 97-116. Para A storga: R. O te r o P edrayo, Vida del doctor don Marcelino Macías y García, presbítero, príncipe de la oratoria y del diálogo, de la cátedra y de la ciencia histórica (1843-1941), La Coruña 1943, 31-4. Y sobre todo, J. M. C uenca T o rib io , No­ tas para el estudio de los seminarios españoles en el pontificado de Pío IX, en Saitabi 23 (1973) 51-87. 29. Prescindimos de las modificaciones consecuencia del concordato de 1953. 30. El último hoy suprimido e incorporado al de Sepúlveda.

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