PS_NyG_1980v027n003p0413_0708

494 D. CA ST ILLO CABALLERO Cuando existían posibles desaveniencias entre ellos, particularmente en algunos matrimonios jóvenes, eran los papas los que se encargaban de intervenir. Mediante consejos oportunos procuraban serenar los ánimos y volverles a la normalidad de la vida familiar, dentro de este respeto a la intimidad matrimonial y familiar. E l Ñatubái no solía intervenir en absoluto en sus problemas. Permanecía en actitud de política de no ingerencia, a no ser que expresamente se solicitase su presencia como consejero o amigo. E mbarazo : Cuando una mujer sentía los síntomas de embarazo, se lo comunicaba a su mamá. Esta era la persona que primero recibía la alegre noticia, mientras se ocultaba a su propio marido. Durante el embarazo, como en los demás pueblos primitivos, la mujer barí se sometía a unas costumbres o tabús que solían observarse con todo rigor y minuciosidad. Una vez más se acudía a los orígenes ancestrales para fundar estos usos. Sabaséba los había preceptuado a los Saimadoyi. Desde en­ tonces, se venían observando con fidelidad. Se trataba, más bien, de dar respuesta a ciertas situaciones de po­ deres incontrolados desde la sabiduría y la experiencia populares. La mujer encinta debería abstenerse de ingerir determinados ali­ mentos y de realizar ciertos actos para alejar de su hijo en gestación todo peligro. En realidad, estos tabús partían de experiencias milena­ rias peligrosas e incontrolables a las que se pretendía hacer frente, liberándose de los temores, para garantizar mejor el desarrollo ideal del feto dentro del seno materno y evitar graves consecuencias en su nacimiento. Nuestros informadores, particularmente mujeres, nos mencionan algunas de estas prohibiciones: — respecto a la comida: estaba prohibido comer iguana, cachica­ mo, oso grande, cambur topocho (caso contrario, el nacimiento del niño era lento y peligroso o moría); pepa de monte (moría el niño); plátanos y yuca dobles (nacían gemelos); nutria -— dur- kbá— (sus espinas perjudicaban al niño), etc.; — respecto a ciertas acciones: no podía mirar culebra alguna («hue­ le fea», es sospechosa y se muere el niño), ni sangre (peligraba el niñito); tenía prohibido dormir mucho durante el mismo embarazo (motivo por el que nacían niños «arikbá» — subnor­ males— ; con lo que el pueblo barí trataba de explicar la exis

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz