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LOS BAR Í 489 Una costumbre original que recuerdan los más ancianos era la de que el papá echaba a su hija tabaco en piernas y senos con finalidades procreativas. La entrega oficial se realizaba en una comida sencilla, después de la cual iban a convivir en un mismo chincorro y comenzaban a hacer vida marital en el sitio reservado a la familia de ella. No parece existiese otro rito especial o fiesta determinada por la costumbre. E l Ñatubái o jefe permanecía al margen de este asunto que se consideraba privativo de los padres de los interesados. Por lo que respecta a las relaciones prematrimoniales, no existen entre nuestros informadores posturas uniformes. Mientras unos nos indican que existían con relativa frecuencia, otros, sin embargo, no re­ cuerdan existiesen como reconocidas oficialmente por el grupo. Cuando la muchacha tenía algún hijo sin estar aún oficialmente casada, la mamá de ésta lo recogía con naturalidad y lo cuidaba como si se tratase de matrimonio reconocido %. En cuanto a las formas de matrimonio barí, la más extensiva y la que dominaba primordialmente era la monógoma. Esta, según nuestros informadores, no era la fase terminal de un proceso evolutivo desde la promiscuidad prim itiva, sino la comúnmente aceptada desde los tiem­ pos más remotos. En casos excepcionales, admitían la poligamia suce­ siva en su forma de poliginia. Se desconoce entre ellos la poliandria. Pero, aun en casos de poliginia, debemos precisar que tal forma de matrimonio tenía diferente significado social y cultural al que tiene en nuestra cultura occidental cristiana. No debe, por tanto, enjuiciarse con el canon occidental. La poliginia en el pueblo barí es un fenómeno complejo relacionado con factores culturales, sociales y económicos, que significa un posible equilibrio social dentro del grupo y que no tiene que ver nada con nuestras categorías morales occidentales. Los barí se organizan, como los pueblos primitivos, en sistema de funciones y no de derechos. Esta forma particular de organizarse socialmente debe tenerse en cuenta a la hora de interpretar este fenómeno. 96. Podía ocurrir que los papas de la joven se opusiesen en algún caso por ciertas razones que ésta no comprendiese. Esta situación podría provocar, aunque rara vez, la huida de la hija hacia otro grupo comunal. Los papás, tal como reconocen nuestros informadores, alguna vez salían en su búsqueda; otras, no. Pero, caso de que volviese con un niño reconocido por el papá de éste, aquéllos entregaban ya a su hija para que conviviese en matrimonio con él.

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