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LOS BARÍ 465 dición, corresponden a los distintos nombres que se daban a los distintos palos que servían de soporte del bohío. Cada uno de ellos se situaba en su puesto correspondiente desde el que supervisaba y dirigía la construcción. ° Ñatubái: Jefe del bohío y primer jefe de construcción. Ocupaba el puesto del palo central — viga maestra— que atraviesa todo el bohío desde arriba, como sostén fundamental y el que da consistencia a toda la casa comunal. Era el sitio más importante y, a la vez, el más arriesgado. • Abyíyibái: Segundo jefe de construcción. Nombre correspondiente al palo que sostenía las partes laterales de arriba. Ukshurí ase­ gura llamársele también a este segundo jefe Rurübibái. • Ibáibaibái: Tercer jefe de construcción. Nombre correspondiente al palo que sostenía las partes laterales más pequeñas. • Atakyiromínaibaibái: Cuarto jefe de construcción. Nombre corres­ pondiente a los palos laterales más bajos. • Akschayiromínibaibái: Quinto jefe de construcción. Su nombre co­ rrespondía a los palos que rodeaban el bohío por dentro, donde iban guindados los chinchorros. En toda esta concepción aparece un excelente sentido de unidad y de responsabilidades compartidas, si bien dirigidas por el principal responsable de la comunidad, expresado en formas culturales de corte arquitectónico. A las mujeres les correspondía en la construcción el entregar la palma a los hombres para ir recubriendo desde arriba hasta abajo la cubierta del bohío 53. Con el fin de finalizar la construcción del bohío lo antes posible, acostumbraban invitar a otros barí de distintos grupos para que les ayudasen en dicha tarea. 53. Las mujeres entregaban la palma a sus respectivos maridos o familia­ res; pero no propiamente en la parte que corrcspodía a sus propias familias, en contra de lo que afirman algunos autores; cf. A . D ’E m p a ire, o . c., 191; R. J a u lin , o . c., 47; A . de V ili. amañAn, Cosmovisión y religiosidad de los barí, en Antr. 42 (1975) 19. El reparto de los sitios que han de ocupar las distintas familias se realizaba una vez terminado el bohío, como luego vere­ mos. La construcción del mismo es plenamente mancomunitaria: ni propiedad ni uso particular; no se realiza ni con sentido de propiedad personal o fa­ miliar, ni siquiera referida ya al uso determinado de las familias.

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