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462 D. CA ST ILLO CABALLERO Desde la descripción y comprensión de este fenómeno material po­ demos adentrarnos y descubrir el significado de su organización y con­ cepción sociales. «El bohíomotilón, se ha escrito con toda justificación, es uno de los elementos culturales más valiosos dentro desu cultura y el más representativo» 50. «La casa es la unidad humana fundamental: sus ritos de entrada, su forma, ladisposición de las familias y sus relaciones recíprocas, forman un todo»51. El bohío fue lo que en primer lugar llamó la atención de los civi­ lizados en sus contactos por tierra y por aire con el pueblo barí. Este no es nómada, sino plurirresidencial, estructurando una comunidad o grupo residencial muy especial. A simple vista, el mundo social barí se manifiesta como constituido por un conjunto de elementos estructu­ rales muy simples. Sin embargo, a medida que nos vamos acercando e internando en su comprensión, va apareciendo una estructura, en su misma organización, rica en su simplicidad, lo más completa posible y en la que se van entremezclando el sentido práctico de un modo parti­ cular de vivir y de una comprensión más amplia del mundo y del hombre que se transparenta en sus mitos. La organización social barí integra con admirable sentido práctico y con una naturalidad nada común las coordenadas de toda auténtica convivencia social y a las que antes aludíamos. El bohío aparece, en medio de la selva, como todo un símbolo de una infraestructura social y cultural característica del pueblo barí. motilones, en Ven.Mis. 22 (1960) 324; Id., Segunda entrada por tierra hacia los motilones, en Ven.Mis. 22 (1960) 259; Id., Diez años entre los motilones, en Ven.Mis. 32 (1970) 200-203; Id., La vivienda entre los motilones, en Ven. Mis. 33 (1971) 54-55; Id., L os motilones. Cuántos son y dónde viven en Ven. Mis. 34 (1972) 84-87; A . de A lcacer, El indio motilón y su historia, Bogotá 1962, esp. 35-37; Id., L os barí. Cultura del pueblo motilón, Bogotá 1964, 37. 50-51; A. R. Pons - O tro s, L os motilones. Aspectos médico-sociales, en Kasm. 1 (1962) 29-34; Hno. Ginés - J. W ilb e r t, Una corta expedición a tierras mo­ tilonas, en MSCN. La Salle 20 (1960) 173 ss.; O . D ’Empaire, Introducción al estudio de la cultura barí, en Kasm. 2 (1966) 190-198; M. González C., U so y costumbres de los motilones, en Ven.Mis. 30 (1968) 56-57; Id., L os indios motilones y sus costumbres, en Ven.Mis. 32 (1970) 369-371; S. Pintón - R. Jau- lin , La maison bari et son territoire, en JSA. 61 (1972) 31-44; A. Jaulin, La paz blanca, Buenos Aires 1973, 46-72. Puede ilustrar la comparación con la estructura social de la cultura chibcha «tuneba» (cf. J. W ilb e r t, Zur Sozial- struktur der Tunebo Antropologica, en Antr. 57 (1960) 159-174). 50. A. de Villamañán, La vivienda..., 54. 51. R. Jaulin, o. c„ 77.

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