PS_NyG_1980v027n003p0413_0708

674 D. CA ST ILLO CABALLERO engaña, haciéndose pasar por su marido o por su mujer, según el sexo distinto de la persona engañada. En el monte tiene comercio sexual con ellos y les inocula el veneno, causa de las enfermedades — fiebres, dolores de cabeza, de estómago, vómitos, toda clase de enfermeda­ des— . A l final, las personas mueren «porque las ha cogido daviddú» 246. Daviddú emplea diversas artimañas para engañar a los barí. Les pone un mechón de pelo similar al suyo, les observa bien la cara, para ver si son igualitos. No se deja ver la cara, que la lleva pintada con achote; mira, otea a su alrededor y, de esta forma, los lleva al monte con él. Sabaséba fue quien le impuso el nombre y le señaló su función específica, según salía de las cenizas: «Tú te llamarás daviddú. Cogerás a los barí que enfermarán y, después, morirán». Esta misión la viene desempeñando desde entonces. Y , por eso, los barí mueren sin remedio. Pero, según la tradición mitológica barí, Sabaséba confió a los "Sirogdobóbarí” la defensa de los barí cuando fuesen atacados por daviddú. Estos personajes mitológicos son tres barí transformados por Sabaséba en pajaritos especiales amarillos: Tokuáiba, Soniábia y Sok- dóaiba. V iven en Oriente, por donde sale el sol. A llí vigilan constante­ mente y, cuando observan que daviddú engañan a los barí, vuelan rápi­ damente viniendo en su ayuda al atardecer. Tokuáiba y Sokdoáiba le proporcionan golpes en ambos lados del cuello con un arma de hierro, mientras Soniáiba se los imparte en la espalda. Hasta que daviddú muere y de su sangre surgen «somemé» (mariposas) de diversos co­ lores 347. 246. Todos nuestros informadores hacen referencia a que daviddú, en un primer momento, coge a las personas por la muñeca y las lleva al monte, en­ gañándolas. Luego, allí, nos myestran con algunos gestos muy expresivos, se unen sexualmente. El hombre barí con la mujer daviddú y la mujer barí con el varón daviddú. La característica fundamental que resaltan todos los relatos es la de que daviddú es mentiroso, que se arregla, por todos los medios, para engañar a barí; lo que tanto aborrecía la tradición barí. Daviddú suele llevar debajo del brazo guayucos y falditas para regalar y hojas de bijao para abanicarse. Dentro de este relato fundamental, respetado por todos, cada narrador lo adorna, como de costumbre, con su propia inven­ tiva imaginativa. 247. El hecho de las numerosas clases de mariposas en el territorio barí debió impresionar —como impresiona hoy— a su espíritu, tan observador de la naturaleza. Y trató de buscarle sentido y fundar tal diversidad. Ya hemos visto cómo, también, acude a la sangre de Ñunschundóu para dar razón de tal fenómeno...

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz