PS_NyG_1980v027n003p0413_0708

LOS BARÍ 433 E l habitat barí comprendía un vasto territorio: gran parte del Estado Zulia de Venezuela (Táchira, D istrito Colón, parte del D istrito Bolívar y del de Perijá, así como la zona baja del río Chama, en Mé- rida) y del Departamento Colombiano de Santander. «Un estudio y análisis de los documentos, relatos y hechos histó­ ricos ocurridos en las épocas de la Conquista y la Colonia nos per­ miten concluir que los motilones, para el siglo x v n , ocupaban el vasto territorio de 21.300 Km2 formado por las llanuras y abundantes ríos que circundan el Este y Sur del Lago de Maracaibo, comprendido entre el R ío Apón, del D istrito de Perijá al Norte; la Serranía de Perijá al Este y la Cordillera de los Andes, en Colombia y los Estados Táchira y Mérida de Venezuela al Sur, llegando por su límite Noroeste hasta las proximidades del pueblo de G ibraltar en el D istrito Sucre del Estado Zulia» 15. 2 ° En el siglo x vm se inicia una variante en ubicación geográfica debido al acoso de los colonos del Sur. Los barí retiran paulatinamente su influencia sobre las zonas del Sur y la extienden hacia el Norte en las cercanías de Maracaibo. «Los indios tratan de extender su influencia por el Norte y por el Este. Así, llega un momento en que avanzan de tal forma con sus incursiones que llegan hasta las mismas puertas de Maracaibo. Atravie­ san por otro lado, el río Chama y siembran el terror en los valles de Santa María y San Pedro, al sur de la Laguna. Es en este momento sobre todo cuando dejan sentir su nefasta influencia en las jurisdicciones de La G rita, Mérida, G ibraltar, T ru jillo . Por el Oeste la situación no 1,° Comienzos de la Conquista española hasta fines del siglo xvm motilones del Catatumbo, en Franc. 13 (1971) 43-44; G. A l v a r e z , Grupo ét­ nico barí-motilón (ciclostilado), Bogotá 1978, 1; St. B e ck er m an , a. c., 257 ss., con mapas referentes a los distintos períodos muy conseguidos; lo considera­ mos el trabajo más completo de todos; B . de C a r r o c e r a , Los indios motilones. En el segundo centenario de su primer contacto pacífico (1772-1972). en MF1. 30 (1973) 193 s. Aunque sea uno de los temas que con más precisión se han estudiado, tenemos que tener en cuenta la observación de Beckerman: «No disponemos de criterios seguros para señalar nítidamente las áreas propias; la sugerencia de que las misiones circundaban el área original de habitación es muy general y no válida si se trata de reconstruir áreas precisas» (a. c., 299- 300). St. B e ck er m an , The Motilones Barí : Reactions to Latid Prcssure, México City 1974. 15. A . R. Pons - O tro s, a. c., 16.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz