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LOS BARÍ 619 E l sol fue siempre reconocido como elemento cultural de gran im portancia entre los chibchas. Y lo es también en la mitología barí. A l principio, el único que veía con suma claridad, a pesar de existir la más absoluta oscuridad, era Sabaséba. Pero un buen día, nos relatan los mitos barí y lo confirman nuestros informadores, reúne Sabaséba a los Saimadoyi. Les habla de la necesidad de la luz y les indica que uno de ellos tiene que desempeñar el papel de sol y desempeñar su función: alumbrar durante todo el día, para que los barí pudiesen ver, caminar y trabajar. Con este fin, les mandó hacerse un collar de plumas de tucán («Shirokó») y ponérselo a la cabeza. Los barí salieron y obtu vieron las mejores plumas que encontraron de tucanes, apareciendo, de nuevo, delante de Sabaséba, con collares y sombreros preciosos de di versos colores. Sabaséba, una vez reunidos, les indicó, en una especie de competencia, que comenzasen a lucir, para probar quién era el que brillaba más. Comenzaron a desfilar uno por uno delante de Sa baséba. Hecha la primera prueba, resultó ser «Ñandóu» («Ña» = sol) el que más lució. Pero, al principio, lució solamente la mitad. De nuevo les mandó repetir la prueba para cerciorarse mejor y fue otra vez «Ñandóu» quien la ganó: su corona lució por completo, con los variados colores del tucán. Confirmado como ganador, Sabaséba se dirigió a él señalándole su misión y el sitio que debería ocupar para cumplirla debidamente: «Tú te llamarás "Ñandóu” , marcharás allá arriba, al cielo y lucirás durante el día hasta la noche. Durante el día caminarás despacito y durante la noche te quitarás la corona». Ñandóu se marchó y desde entonces ya luce el sol sobre la tierra durante todo el día. E l sol aparece como un disco brillante, como una diadema de vivos colores, como las coronas de plumas o collares formados por los variados colores del tucán. Pero, en realidad, es Ñandóu, que marchó con la mujer y los hijos al lugar indicado por Sabaséba. Por la mañana, al amanecer, Ñandóu se coloca la corona sobre su cabeza y se pasea durante el día por lo más alto del cielo, hasta que, al atardecer, se la quita para comer y descansar. Este fue el origen del sol, de la luz, tal como aparece en la mitología barí. Pero el mito barí sobre el origen de la luz procura responder más detalladamente a los fenómenos que se aprecian en el sol. Como vere mos más tarde, es también el sitio donde habita actualmente Sabaséba, con toda su familia. Como es costumbre entre los barí, Sabaséba, Ñan dóu y sus respectivas familias hacen dos comidas durante la jornada. Una antes de amanecer. Después de ésta, ambos se colocan sus coronas
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