PS_NyG_1980v027n003p0413_0708

LOS BARÍ 6 1 7 por la cabeza metiéndolos muy dentro del agua, para ahogarles y ma­ tarles. Los barí no pueden v iv ir con los Taibabióyi. Cuando los barí buscan corronchos, etc..., las hijas de aquéllos se ríen de ellos. A los Basuncbimba no les gusta que se lleven a los barí, por lo que les mandan el arco iris (« Bikogdó ») para que coma a los niños de los Taibabióyi. Otra tradición barí relata cómo Sabaséba era amigo de ellos. «Un día entró Sabaséba en el agua a pedir muchacha para barí: "Y o quiero muchacha para barí” , les dijo. Y se trajo una hija de ellos, junto con su papá y su hermano. Y efectivamente se casó con barí, quedándose el hermano con ellos para ver cómo la trataba. E l hermano se encargaba de buscar pescado para ellos. Y al ver que la trataba bien, se los llevó para que viviesen con los Taibabióyi dentro del agua» 204. 1.3. Fenómenos naturales En estos mitos de origen ocupan un lugar privilegiado los fenóme­ nos de la naturaleza. Los barí vivían en íntima dependencia del medio ambiente natural. Lo que explica que, en su calidad de distinguidos observadores, se preguntasen por los fenómenos de la naturaleza a los que estaban constantemente subordinados en la vida del grupo, y bus­ casen su fundamentación, su sentido. 1.3.1. El agua («Sima») era uno de estos elementos naturales que más llamaba la atención de los barí. De ella dependían, y por ella estaba configurado su extenso territorio. Sus amplios ríos, sus caños... ¿de dónde surgieron? Si antes de venir Sabaséba, como hemos visto, todo estaba sin orden... «no había agua», ¿cómo iba a poderse v iv ir hoy, si no fuera porque en aquellas tiempos remotos, primordiales, suce­ diera lo que cuentan sus ancianos y relatan sus mitos? ¿Cómo podrían utilizarla ellos mismos para beber y cocinar si no fuese porque sucedió en aquellos tiempos lo que narran sus antiguos?... 204. De tal forma han entrado a formar parte de la vida del grupo los Taibabióyi que, a pesar de su carácter mitológico, algunos de los más antiguos afirman haberlos visto con absoluta certeza. Así, Akairagdóu y Luis Asebo cuentan, con rica fantasía, hechos concretos en los que los vieron agarrar a algunos barí, cuando estaban pescando. Luis Asebo llega a afirmar que su papá murió agarrado por ellos. Creemos que son personajes mitológicos introdu­ cidos, en este aspecto, para explicar la muerte producida por caídas en las pendientes de los ríos o por las fuertes corrientes en determinadas épocas del año. 14

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz