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610 D. CASTILLO CABALLERO Una de las funciones principales del pensamiento mítico es, como hemos visto, la de buscar seguridades religiosas ante cuestiones de cierta trascendencia que afectan vitalmente a un comunidad desde situaciones particulares. De ahí que en los pueblos primitivos aparezcan los mitos de origen del mundo, del hombre y de los fenómenos de la naturaleza más llamativos como elementos constitutivos de sus culturas respecti­ vas. Todo ello en afán de respuestas a interrogantes que surgen con­ naturalmente en su v iv ir cotidiano ante estos tres temas fundamentales, y de donde emerge el resto de situaciones desencadenantes de toda posible experiencia religiosa. 1.1. Mundo La concepción primordial del cosmos aparece en la mitología barí con los rasgos generales de las concepciones del resto de los pueblos primitivos que conocemos por la H istoria de las Religiones. Lo que de verdad preocupa al pueblo barí, tal como se presenta en sus relatos míticos, no es el problema de la creación del mundo como viene expre­ sado y tratado en el pensamiento filosófico, sino el de su organización. La mitología barí no pretende responder con sistema filosófico creacio- nista alguno — creación «ex nihilo»— , consideración que ni siquiera pasa por su mente, sino a un mundo que considera ya dado y sobre cuyo origen definitivo no se pregunta. Con ello busca un modelo de transformación y de reactivación de un mundo material, que concibe como preexistente, para fundamentarlo en su situación actual y revivir aquellos momentos fundacionales. E l barí experimenta vitalmente la ordenación del mundo y las in- terrelaciones entre los distintos seres que en él habitan, orientando su preocupación hacia la búsqueda de orientación: cómo v iv ir con sentido dentro de este orden en el que se encuentra ahora situado. Y busca un lenguaje mítico para expresar en él su vivencia de la experiencia mundana desfundada... Tal como nos muestran sus relatos, la tierra se encontraba, en un principio, sin orden, sin distinción, sin pobladores, sin lu z... Y esta verdad la traducen en una frase muy significativa, que coincide con las expresiones de los mitos cosmogónicos de otras culturas primitivas: «A l principio, todo estaba oscurito». Todos los relatos recogidos en 1 . M it o s d e o r ig e n

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