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430 D. CASTILLO CABALLERO Por lo que respecta al nombre de D obokubí indicado por Rivet- Armellada y adoptado en 1960 por Ginés-Wilbert como el más pre­ ferido por el momento para denominar a dicho pueblo aunque, quizá, no el más indicado con su realidad, tampoco es autóctono ni se reco­ nocían por él entre sí, como repetidas veces nos indicaron en nuestras conversaciones con ellos9. Sobre los estudios lingüísticos de Ernst ( 1887 ), Jahn ( 1927 ), Ma­ són ( 1950 ), Reichel-Dolmatoff (1945 y 1960 ), Rivet y Armellada ( 1950 ), Wilbert y Villamañán, este último introdujo, más tarde, el término de autodenominación «bar't-baríra». Con este nombre se de­ signan ellos mismos y se distinguen de todos los otros grupos humanos por ellos conocidos. Es el que aparece en sus mitos y con el que los designaremos en el presente trabajo 10. como referido a los yukpa. Igualmente los siguientes trabajos que se acostum­ bran citar con idéntico motivo: W . Lüthy, Motilon-lndíaner, en All. 6 (1934) 268-272; P. H u n ger, Zur Elhnologieder Motilones Indianer, en All. 21 (1950) 129-131; P. H o ld e r, The Motilones : Some Unlouched Tropical Forest Peoples in North-Western South America, en JWAS. 37 (1947) 417-427. M aría de Be- ta n ia , Mitos, leyendas y costumbres de las tribus americanas, M adrid, 1964, 114 ss. Como se apreciaban ciertas diferencias entre los situados de un lado y otro de la Sierra de Perijá y la llamada Sierra de los Motilones, se trató de distinguirlos con los calificativos de <'motiloncs bravos» — Sierra de Valledu- par— frente a los «motilones mansos» — ya conocidos anteriormente por los misioneros valencianos— . Pero ambos pertenecían al grupo caribe — yukpa— y de ninguna forma pueden confundirse con los antiguos «motilones» de los tiempos coloniales, tan distintos en todos los aspectos, como irá apareciendo en nuestro trabajo de campo. Como muy bien precisa A . de V illa m a ñ á n : «Los motilones auténticos y de siempre — como ya hemos advertido— no son los 'yuko’ n i los 'yukpa’ de la Sierra de Valledupar o de Perijá; el nombre de motilones que les han colgado a estos indios caribes, se debió, sin duda, a una confusión fundada en la fiereza de algunas de sus tribus, sólo por esto asimiladas a la tradicio­ nal fiereza de los motilones de la época colonial. Los motilones de verdad son los que viven en las cuencas de los ríos Aricuaisá, Lora. R ío de O ro y Cata- tumbo. tanto en Venezuela como en Colombia» ( Vara la pacificación de los motilones en Colombia, en Ven.Mis. 23 (1961) 217. Para este tema, pueden consultarse: A . de V illa m a ñ á n , Primeros contactos con los motilones de Lora y Río de Oro, en Ven.Mis. 23 (1961) 79: A . R . Pons- O tro s , Los motilones. Aspectos médico-sociales, en Kasm. 1 (1962) 15 ss.; A . de A lc a c e r , L os barí... 25 ss.; Id., El indio motilón..., 30 ss. E l mismo término «motilón» fue degenerando hasta significar en el Vocabulario de la Real Academia «lego», utilizándose hoy con sentido despreciativo sobre alguna persona. 9. Cf. Hno. G in é s - J. W ilb e r t , Una corla expedición a tierras motilonas, en MSCN. La Salle 20 (1960) 160-161. 10. K . R u dd le, en su artículo El sistema de autosubsistencia de los indios yukpa, en Mont. 6 (1977) 565 atribuye a W ilb ert el mérito de haber sido el

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