PS_NyG_1980v027n003p0413_0708

590 D. CASTILLO CABALLERO abanico de formas tan ricas y tan variadas, como nos atestigua la misma H istoria de las Religiones. Lo subrayamos por creerlo de sumo interés en nuestro acercamiento intelectual al fenómeno religioso barí. Pre­ tender interpretar éste desde unas categorías occidentales, o en pers­ pectivas de una tradición teológica determinada — cristiana— , sería no respetar esta particularidad de toda experiencia religiosa. En los tratados sobre la religión es ya notoria y proverbial la cuestión en torno a una posible definición de dicho término que satis­ faga a todos los autores. No pretendemos en nuestro trabajo perdernos en estas discusiones. Es por lo que urgimos desde ahora una llamada a las ciencias antropológicas, particularmente a la Fenomenología del hecho religioso. A l abordar en nuestro trabajo de campo el estudio del fenómeno religioso del pueblo barí, nos situamos en esta perspectiva descriptiva, aceptándola como punto de referencia elemental que nos irá guiando a lo largo de nuestra investigación. Será la forma de per­ manecer fieles a la estructura significativa de los diferentes fenómenos religiosos que pueden revelársenos en la cultura barí. Y evitaremos, así, forzar intenciones y aplicar cánones de hermenéutica, propios de nuestra civilización occidental, particularmente cristiana, tan frecuentes en éstos o parecidos estudios 186. 186. Para analizar más detenidamente el mundo irreductible de la expe­ riencia religiosa y sus respectivas configuraciones, pueden consultarse R. G u a r- dini, Religión y Revelación, Madrid 19642; Varios, El riesgo de la experiencia religiosa, Madrid 1968. Para una mejor situación y ampliación del tema sobre el significado del término «religión», cf. W . Dupre, ¿Qué es religión?, en Va­ rios, El futuro de la religión, Salamanca 1955, 12-26; C. Castro Cubells, Sentidos de la palabra religión, en Varios, Historia de las Religiones — Con­ ferencias — , Madrid 1970, 15-38; J. Gómez Caffarena - J. M artín V elasco, Filosofía de la religión, Madrid 1973, 44 ss. En nuestro trabajo tendremos en cuenta los estudios clásicos sobre el fenómeno religioso, analizados por la Fe­ nomenología desde distintas perspectivas, sobre todo los de R. O tto , Lo Santo, Madrid 19682; G . van der L e e u w , Fenomenología de la religión, México-Bue- nos Aires 1964; M. Eliade, L o sagrcdo y lo profano, Madrid 19732. Un aná­ lisis serio y crítico de las posturas de estos tres autores, analizando el ámbito en que se inscriben los fenómenos religiosos, puede verse en J. Gómez C a ffa ­ rena - J. Martín V elasco, o. c., 73-124. La aplicación de cánones occidentales, particularmente cristianos, en el es­ tudio de las culturas primitivas, ha sido frecuente. Sobre todo en el acerca­ miento comprensivo al fenómeno religioso de pueblos indígenas, por parte de misioneros. En esta misma línea se mueve B. de Carrocera, en Labor indige­ nista, cultural y lingüística de los misioneros capuchinos en Venezuela, en Mont. 2 (1973) 729-766. En la parte titulada La religión "irrespetada” (735-739), al pretender salir al paso de ciertas acusaciones de los que él califica «nuevos apóstoles del Indigenismo» (731) contra la labor realizada por los misioneros, tanto antiguos como actuales, afirma la «inexistencia» de la «religión nativa»,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz