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LO S B A R Í 5 2 9 Por último, la economía barí estaba basada en la agricultura, aunque ésta era de carácter muy rudimentario. Como ya hemos visto, antes de la construcción del bohío, se prepa­ raban varios conucos («D 5 bá»), o pequeños huertos en plena selva, pre­ parados con sembrados y plantaciones especiales que sirviesen de ali­ mentación fundamental durante el año. En el Diario de Guillén al que venimos refiriéndonos, se ofrecen ya unas pistas para ayudarnos a descubrir los alimentos de los que se ser­ vían en aquellos tiempos. Guillén señala: «siembras de yuca, batata, auyama, abundantes y fértiles plátanos, dominicos, guineos, caña dulce, piñas y demás frutas...»133. Preguntados nuestros informadores sobre lo que solían cultivar en dichos conucos, nos manifiestan que lo siguiente: «Akurú» (aguacate). «Baichigbá» (caña dulce), «Bée» (batata), «Borogbá» (plátano grande), «Chirí» (plátano bocadillo), «Loré» (ají picante), «Mashú» (yuca), «Ouá» (ñame), «Sabóu» (plátano guineo), «Shanchí» (auyama). Y algo en lo que coinciden todos ellos es que, antes de llegar los misioneros, no cultivaban maíz («Yógba»)134. 133. O. c., 267-268. 276. 134. Hay un hecho curioso que constata la mayoría de los autores que es­ tudian la cultura material barí: los barí desconocían o. al menos no cultiva­ ban, el maíz (cf. de Villa.mañán, Primeros días..., 324; Hno. Ginés - J. W il- e e r t , a. c., 168; A . R. Pons - O tro s, a. c., 39). C. de Armellada, en contra, afirmaba en 1954: «tienen grandes siembras de maíz» (Los motilones. Raza indómita desde el siglo xv al xx, 1499-1949, Caracas 1954, 82). Nuestros in­ formadores afirman serles desconocido antes de la última pacificación. Siendo este cultivo uno de los elementos de la cultura chibcha, ¿cómo explicar este hecho? Guillén afirmaba en 1772 que resultaba sorprendente el que estos in­ dígenas no tuviesen bebidas alcohólicas «teniendo a mano todo los materia­ les de que se confeccionaban y fabricaban las bebidas fuertes como son... y el m aíz...» (Diario..., 276). Creemos que Beckerman es quien mejor interpreta esta afirmación de Guillén al indicar que éste, al referirse varias veces a la co­ mida de los barí con detalle nunca menciona el maíz. Parece que aquí se re­ fería a la existencia del maíz en el área general que habitaban (St. B e ck er ­ m an , Datos etnohislóricos..., 28S). Pons lo atribuye a la falta de erosión en esta zona, que contrasta con la parte de la Sierra de Perijá, habitada por los yukpa, que efectúan talas para su cultivo (cf. o. c., 39). C. de Armellada afir­ ma que el maíz era conocido a finales del s. xvm y principios del xix entre los barí (Los pueblos motilones en el siglo XVIII, en Ven.Mis. 26 (1964) 11). No obstante, tenemos que aclarar que, a pesar de ser característico este alimen­ to entre los chibchas, deben tenerse en cuenta los distintos patrones cultura­ les existentes entre ellos; lo que podría explicar, posiblemente, la carencia 2.3. L a a g r i c u l t u r a

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