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5 1 6 D . C A S T IL L O C A B A L L E R O sentido orgullosamente superiores, nos lo relaten en sus tradiciones y, en la actualidad, lo proclamen con gestos y relatos, a veces, de verdadero humor negro 121. ¿Cómo se iniciaron estas relaciones conflictivas? Una vez más la tradición barí vuelve a los orígenes. Cuando los yukpa salieron de la ceniza de Sibabió, como luego veremos, Sabaséba les indicó un lugar geográfico preciso para que lo ocupase el grupo, lo respetasen, no jun­ tándose con los barí. Pero no lo cumplieron. Un día, nos cuentan, desobedeciendo esta orden, encontraron en territorio barí a varios de éstos, a quienes asesinaron con cuchillos especiales. Desde entonces, los barí se convirtieron en sus enemigos. Otra tradición, esta vez prove­ niente de Bokshí, trae a colación una pelea que en la antigüedad tuvieron los barí y los yukpa y que relatan de esta forma: «Un día, los barí salieron de casa, como de costumbre. Descubrieron una trocha especial y, cuando caminaban por ella, uno de ellos fue flechado de repente. La flecha era de los yukpa. El que lo flechó, con los de su grupo, lo colgaron de un árbol con la cabeza hacia abajo —«con las patas arribita», traducen nuestros colaboradores— . Y desde entonces, los barí son enemigos de los yukpa». Otra de las razones que con carácter de ingenuidad maliciosa apor­ tan nuestros informadores para justificar la culpabilidad de los yukpa en su enemistad con los barí es la siguiente: Viendo éstos que los yukpa tenían mejor calidad de flechas (de hierro especial), machetes, collares, ropas bonitas, de todo lo que los barí carecían, trataron éstos 121. Para estimar el peso que esta tradición de superioridad sobre los yukpa ha dejado en el pueblo barí, es interesante ver cómo contrastan sus costumbres con las de los yukpa. Cuando, por ejemplo, afirman que el barí nunca comió ratas, la razón potísima que ofrecen es la de que «eso lo hacen los yukpa», soltando una sonrisa maliciosa muy expresiva ycargada de sentido de cierta desestima de aquellos. Detalles como éste hemos visto con bastante frecuencia. El barí, al mismo tiempo que tiene conciencia de superioridad de grupo, manifiesta un constante sentido de humor negro para expresarla. En las mismas convivencias intergrupos que los Centros Misionales de Bokshí y Sai- tnadoyi (barí) han realizado para analizar sus problemas comunes, junto al Cen­ tro Misional de Los Angeles del Tukuku (yukpa), la superioridad barí se tras­ luce también en los diversos test que se aplicaron con este motivo. Precisamen­ te es éste uno de los aspectos en el que con más interésestá trabajando el Grupo de Misioneros, para que, sin perder su propia identidad étnica, traten de inter-relacionarse con otros grupos con sentido de mutuo respeto entre sus etnias.

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