PS_NyG_1980v027n002p0341_0348

II SEMINARIO DE HISTORIA DE LA. 345 aquel siglo difícil, buscan un lenguaje adecuado para exponer y persua­ dir; c) los grandes poetas del simbolismo, Calderón y Góngora, crean un lenguaje cuyas posibilidades aún no han sido suficientemente valo­ radas en su gran fecundidad. El prof. L. Jiménez Moreno se preocupó de analizar los rasgos no racionalistas que, a través del lenguaje, se observan en grandes pensadores, como Gracián y Schopenhauer. De modo algo cáustico, pero iluminado, resume esta visión irracionalista la expresión de Gracián, citada por su comentador: «El mundo está lleno, no de bobos, sino de maliciosos». El saber vivir en un mundo de esta contextura es lo que pretende enseñar el escritor aragonés con su personal lenguaje. El prof. Antonio Heredia Soriano, de la Universidad de Salamanca, organizador y alentador de estos coloquios, expuso con hondura y brevedad la actitud de la crítica contemporánea ante el lenguaje krau- sista. Distinguió entre críticos radicales, Campoamor, Ortí y Lara y Menéndez Pelayo, y críticos moderados, Varela, Revilla y Montero. Para los primeros la oscuridad del lenguaje krausista provenía de su «forma mentís», con lo cual querían significar que el mismo sistema krausista es constitutivamente un conjuto caótico de pensamientos filosóficos sin orden y sentido. Para los moderados, como Varela, Revilla y Montero, el sistema en sí no es oscuro ni caótico. Tan sólo es oscura la forma de expresión, debido a que sus autores no hallaron el instrumento ade­ cuado para la exposición del mismo. En todo caso, observaba el prof. Heredia, es necesaria una preparación adecuada para acercarse a los filosóficos. Los franceses tardaron años en comprender a Schelling y a Hegel. De aquí la necesidad de llegar a un teoría del lenguaje que ilumine la textura lógica de un sistema en el que se implican la verdad, la simplicidad y la sustantividad del mismo. La profesora Teresa de Rodríguez Lecea analizó los factores cultu­ rales que contribuyeron a que se optara por el sistema krausista. Señaló como primordial el ambiente liberal que trataba de hacerse sentir en las instituciones hispanas con rechazo del absolutismo y la aceptación del régimen constitucional. La lógica hispánica mereció un estudio detenido del gran especialis­ ta V. Muñoz Delgado, de la Universidad Pontificia de Salamanca, ha­ ciendo ver, con una aportación de datos exhaustiva, el desarrollo pro­ gresivo de la misma en los últimos cuarenta años: desde las posturas clásicas de la lógica aristotélico-escolástica hasta las más vanguardistas

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz