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E T IC A Y C R IS T IA N IS M O 233 tamiento que han ido encontrando paso en las colectividades de he­ rencia cristiana occidental. Se observan así frentes de problemática en los que la actitud global de los cristianos, apenas contenida por las declaraciones del Magisterio eclesiástico, parece resistirse a los plantea­ mientos de moralidad que determinan algunas situaciones canónicas en la actualidad, tales como las que se refieren a la indisolubilidad matri­ monial y el divorcio, o que determinan pautas de conducta en temas como las relaciones prematrimoniales, el aborto o la participación de los cristianos en la lucha armada contra las violaciones institucionales de los derechos de los pueblos y de las personas3, por referirme a ur­ gencias inmediatas en la conciencia de amplios sectores creyentes. Hoy son cada vez más los cristianos que se resisten o que están en des­ acuerdo con las posiciones oficiales del Magisterio eclesiástico, si no tanto a nivel de los principios, sí por lo que a su vigencia en el marco de una sociedad pluralista se refiere. Piénsese, sobre todo, en la deci­ dida voluntad de muchos de militar y llevar al poder a ideologías que hasta el presente han representado una amenaza para la pervivencia de la fe. Nos encontramos sumergidos en una espiral del cambio ético que, sin duda, es correlativo — y se ha dicho hasta la saciedad— a una crisis de valores. Un cambio que ha alcanzado a reflejarse en la prác­ tica sacramental de los cristianos que han abandonado la misma praxis penitencial conformada desde el siglo ix por la vigencia de la peni­ tencia tarifada impuesta por el monacato irlandés en Occidente. 2 . U n c o r r im ie n t o d e p e r s p e c t iv a s , o r ig e n y m o t o r DEL CAMBIO Cabe, entonces, preguntarse por el cambio en sí; esto es, por su contenido, porque de la respuesta dependerá la modalidad de la funda- mentación que hagamos de la ética social en la actualidad. Nada puede hacerse con acierto si se ignora, a este respecto, el significado y alcance 3. Sobre esta problemática, cf. en particular G . G . G risez , El aborto, mitos, realidades y argumentos, Salamanca 1972; P. S porken , Medicina y ética en dis­ cusión, Estella 1973; G . C aprile , Non uccidere. II magistero della Cbiesa sull’abor­ to, Roma 1973; B. F orcano , El aborto. Está en juego la vida del hombre, Ma­ drid 1975; R. M etz -J. S chlick (y otros), Matrimonio y divorcio, Salamanca 1974; F. B ockle -M . V idal -J. K óhne , Sexualidad prematrimonial, Salamanca 1973. Sobre el problema de la revolución y la violencia, cf. mi libro citado en nota 1 , pp. 223-28; amplia bibliografía.

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