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162 R IC A R D O M AR IM O N B A T L L O Cree el P. Seheifler que el término «virgen» en realidad no designa la virginidad, tal como nosotros la concebimos, sino la ausencia de relaciones fuera del propio matrimonio, o sencillamente la «juventud» de una muchacha, «virgen o no». Este último sería para él el contenido designado por la palabra hebrea ’almah. Sin embargo, permítanos el P. Sheiíler añadir con P. F. Ceuppens que «'almah en la Sagrada Escritura nunca se emplea para designar a una joven casada, sino siempre para una soltera». Así aparece claramente en Gen 24, 43; Ex 2, 8; Cant 1, 2. 6, 7; Sal 68, 26; Prov 30, 18. 19. Por ello, sostiene este autor que «en la Sagrada Escritura por la palabra ’almah se designa primariamente la juventud de la mujer soltera, connotando comúnmente su virginidad» 14. En cuanto al sentido de Is 7, 14 al que explícitamente se refiere Mt 1, 23, es evidente lo que el mismo Ceuppens llama la «solemnidad» con que el profeta designa a «la Virgen», ha ’almah, con lo cual es evidente que se refiere no sólo a su virginidad antes del parto, sino también en la concepción del Em- manuel. De otromodo, ¿dónde quedaría lo maravilloso del signo, ’ót, ofrecido por Dios?Y si nos vamos a Mt en el lugar citado, es ya evidente que todo el texto de 1, 18-23 nos explica de sobra la «virginidad» de aquella « ’almah». Sobre el término griego parthenos en el Antiguo Testamento, nota igualmente Ceuppens15 que la traducción de los Setenta la emplea siempre en el sentido estricto de «virgen», y que lo mismo hacen la traducción siriaca-Peshitta y la Vulgata en su traducción de «virgen». Otras traducciones griegas como la de Aquila, Symmaco o Theodoción, podrán emplear otros términos. Pero es evidente también su poste rioridad con relación a los Setenta y a la siriaca-Peshitta. En cuanto al empleo de parthenos en el Nuevo Testamento nega rnos sencillamente que pueda significar no la virginidad sino la juven tud de la mujer. Ni enMt ni enLe, que son los dos evangelios que nos hablan de la Virgen María se puede entender en otro sentido que en el de su «virginidad», y con una connotación más directa que en el mismo Is 7, 14. La explicación de la concepción virginal de Mt y 13. ] . R . S cheifler , a. c., 847. 14. P . F. C euppens , Theo log ia B íb lica, v ol. IV : D e M ariologla B íblica, pars prim a, I I , T aurini, M arietti 1951, 18 ss. 15. O . c „ 22. El término "virgen” 13
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