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¿Q U E E S LO E S P E C IF IC A M E N T E C R IS T IA N O ? 13 7 cificado y del Cristo es la misma. Si los escritos neotestamentarios ade­ lantan al Jesús de la historia lo acaecido al Jesús de Pascua es, senci­ llamente, para resaltar la continuidad personal entre uno y otro y el destino final del primero. Nos equivocaríamos de medio a medio si quisiéramos dar validez histórica a cuanto aparece en los relatos pre- pascuales con relación a la divinidad de Jesús. Esta fue reconocida y proclamada, más bien, en las experiencias pascuales y los primeros cris­ tianos se limitaron a confesar y a ilustrar que el Resucitado era el mismo que había vivido con ellos, que el Señor no era otro sino aquél que había descendido antes hasta la humillación de la muerte y del abandono más absoluto. Fuera de esta identidad personal entre el Crucificado y el Cristo, no puede decirse nada más, al menos con segu­ ridad. No podemos estar seguros de que Jesús viviera su divinidad de la misma o diferente manera antes y después de Pascua. Lo que sí es seguro es la manifestación de la personalidad divina de Jesús a los testigos de su resurrección. No conviene perder nunca de vista este final de la historia de Jesús. Son muchos los autores que no llegan a dar a Jesús semejante alcance divino. Volvamos ya a la respuesta global dada sobre lo específico cris­ tiano. Ahora podemos matizarla y entenderla un poco más: la especi­ ficidad cristiana consiste en confesar que Jesús de Nazaret —una per­ sona con realidad histórica determinada— es el Cristo, y lo es como Hijo unigénito de Dios. I I . R e s p u e s t a s u n il a t e r a l e s s o b r e lo ESPECÍFICO CRISTIANO En la realidad «Jesucristo» hemos distinguido su dimensión divina y su dimensión humana. Además hemos afirmado y explicado que am­ bas dimensiones son correlativas e interinfluyentes. Ahora vamos a presentar dos respuestas sobre lo específico cristiano que no tienen en cuenta la susodicha referencia e interacción mutuas. Comenzamos con la respuesta que se limita a la dimensión divina de Jesucristo. Los autores denominan «cristologia descendente» o «cris­ tologia de encarnación» o «cristologia verticalista»... a este modo de considerar a Jesucristo. Según esta respuesta, lo específico cristiano radica en el Cristo como Hijo de Dios.

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