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E l f r u t o m e j o r d e l a t e o l o g í a d e l a l i b e r a c i ó n : L a o p c i ó n p r e f e r e n t e p o r l o s p o b r e s * La teología de la liberación no quiere ser más que una reflexión desde la fe cristiana sobre la práctica liberadora de los pobres y opri­ midos. Desde los pobres, toda la teología tradicional y moderna es convocada a ponerse en movimiento pascual en el sentido de ayudar a producir más libertad, justicia y gracia en nuestras sociedades. Los pobres — esto lo hemos comprendido en nuestra iglesia latinoamerica­ na— no son sólo destinatarios privilegiados del evangelio, son también portadores privilegiados de él. Evangelizados, ellos nos evangelizan a todos en la medida en que la existencia de clases pobres y oprimidas constituye una convocación a nuestra conciencia para la conversión a la justicia social, a la solidaridad y a los cambios necesarios en nuestras sociedades. Quince años de esfuerzo liberador junto a los pobres, y de corres­ pondiente reflexión teológico-pastoral, han producido su mejor fruto en Puebla, que es la opción preferencial de toda la Iglesia continental por los pobres. Articular, profundizar y llevar a la práctica conse­ cuente, en la Iglesia y en la sociedad, lo que esta opción significa e implica: ahí está el gran reto de la teología de la liberación en el post- Puebla. A esto quisiera dedicar unas reflexiones introductorias. A la vez, este tema es muy afín y concorde con la tradición franciscana que ve principalmente en san Francisco ii Poverello. La inauguración oficial de la cátedra de san Buenaventura crea la atmósfera adecuada para el tema, ya que también san Buenaventura escribió una Apologia pauperum contra calumniatorem en el año 1269. * El presente texto reproduce la conferencia pronunciada por el prof. L. Boff en la apertura oficial de la «Cátedra de san Buenaventura», el día 16 de diciembre de 1979, en la Universidad Pontificia de Salamanca.

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