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UNA MORAL CERCA DEL EVANGELIO 101 tanto la independencia cuanto la comunión a doble banda: con Dios y con los hombres. La libertad también recibe un tratamiento importante en los escritos paulinos y joaneos25. Pablo define la existencia cristiana en términos de ser en y para la libertad (Gal 5, 1. 13; 4, 26-31; 1 Cor 7, 22; 2 Cor 3, 17). Originada en un hecho histórico, la pascua, y con una finalidad soteriológica, puede hablarse de liberación de pecado (Rom 5, 12 ss.; 6, 17-20; Ef 2, 3), muerte (Rom 6, 12-23), ley (Rom 7, 2-4; Gál 4, 21-31). Y de libertad para el servicio y la liberación de los demás (Gál 5, 13). El cristiano no tiene que hacer otra cosa que amar, que servir. Pero este amor y este servicio no se le imponen como una obligación exterior. Es el resultado natural y propio de un dinamismo interior, la orientación de su ser liberado, el fruto de su vitalidad pro­ funda. Tampoco este amor y servicio pueden ser indiscriminados e incon­ dicionales; han de ser críticos, ya que no pueden servir de cobertura a situaciones de injusticia y, por tanto, de esclavitud. El hombre, sujeto de discernimiento Discernir es la condición del hombre llamado a realizarse en un sistema plural y pluralista, donde no basta reconocer el valor de la opción concreta sino su valor preferente de cara a la consecución del proyecto ético. En cristiano, discernir es la capacidad de valorar toda situación de acuerdo con los criterios del evangelio. Para Jesús, ésta es una exigencia ineludible e irrenunciable (Le 12, 57). La pregunta, como posibilidad de búsqueda y de enfrentamiento crítico con la realidad, aparece abundantemente testimoniada en los evangelios (Jn 3, 9; Me 2, 25-26; 3, 4; 4, 13 ss.; 8, 27-29; 12, 35- 37...). El descubre al hombre la vocación de ser el creador de su propia imagen; la necesidad de no substraerse al riesgo de la opción, hecha en aras de una fidelidad a sí mismo y no a criterios normados desde la periferia. Dios ha hecho al hombre dueño de su propio des­ tino, y a esta decisión no puede oponérsele ninguna otra instancia •—ética o religiosa— pretendiendo suplantarla, exonerando al hombre de una posibilidad — y de una responsabilidad— que el mismo Dios ha otorgado. 25. S. L y o n n e t , Liberté ebrétienne et loi nouvelle selon S. Paul, Roma 1954; J. C a m b ie r , La liberté du ebrétien selon S. Paul, en Lumière et Vie 61 (1961) 5-40; C. Spicq, Charité el liberté dans le Nottveau Testament, París 1961.

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