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86 ENRIQUE RIVERA Con esta visión evangélica cerramos esta interpretación de san Fran­ cisco en la que se han dado la mano los temas de la metafísica con las vivencias más entrañables del hombre. Todo para culminar en la unión con Cristo, «como el sarmiento con su vid» 74. Si ahora quisiéramos resumir en una fórmula lo que pensó L. Coim­ bra de san Francisco, tal vez no halláramos otra mejor que la que pode­ mos leer en estas líneas: «Gran milagro fue en Francisco de Asís el reencuentro de su alma de hombre con su inocente y pura alma de santo» 75. Enrique R ivera 74. S. Francisco..., 119. 75. O. c„ 128.

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