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SAN FRANCISCO EN EL PENSAMIENTO. 83 «Cosismo» llama L. Coimbra a esta visión dentro de su ideario, por­ que en ella se subraya la validez de la «cosa en sí» como si en sí misma tuviera los resortes de su ser. Pese a que ello sea una falsedad metafísica lo afirma el sentido común, a quien da la mano en esta ocasión la ciencia positiva Para L. Coimbra ha sido una gran misión del íranciscanismo el ha­ ber roto el maleficio de la ciencia positiva unida al sentido común en su intento de mostrar que el mundo se basta a sí mismo en plenitud de suficiencia. Esta hipocresía la ha puesto en claro la ingenua visión de Francisco cuando todo lo contempla pendiente de la mano de Dios y recibiendo de su mano bondadosa la limosna del ser. La soberbia del rico con su gran gesto mundano quiere celar su menesterosidad. De ahí la enemiga de Francisco a las riquezas como enturbiadoras de esa claridad que muestra las cosas como son en sí: limosnas del Ser Infi­ nito 65. L. Coimbra aduce como comprobante de su tesis franciscana un cuento de L. Tolstoi, conde un día y amante de la pobreza al correr de los años. Intervienen en el mismo el rico Vassili y el pobre Nikita. Este es nada por ser pobre, mientras que Vassili es todo por ser rico. Con su voluntad obstinada Vassili se ha instalado a sus anchas en el presente y medita en su futuro cual si fuera señor absoluto de su vida y de su porvenir. En viaje ambos, la tempestad los envuelve y acosa. Nikita, el que no era nada, acepta el latigazo del destino. Se dispone serena­ mente a morir. Pero Vassili se revuelve como fiera vigorosa contra los barrotes de su jaula, hasta que, humillado y abatido, se ve forzado a reconocer su insuficiencia, su nada. Es en este momento cuando Vassili, pobre y anonadado, viéndose mendigo del ser, comienza a sentir una alegría en la que jamás pudo soñar. L. Coimbra comenta: «Vassili es el propio Tolstoi quien en su desnudez siente que recibe la limosna del ser que es la vida; percibe la Mano de donde cae, silenciosa y continua, esa limosna infinita 66. Con esta hondura metafísica y cultural vio L. Coimbra la pobreza franciscana. San Francisco se sintió el mendigo total que en su vida iba recibiendo todo bien de la mano de Dios. 64. L. C o im b r a desarrolla detenidamente el tema del «cousiswo» en su obra O criacionismo. D. S a n t o s en el Prefacio a esta obra resume esta concepción de L. C o im b r a , que es uno de los goznes de su pensamiento. 65. S. Francisco..., 148. 66. S. Francisco..., 69-72.

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