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62 ENRIQUE RIVERA Pero nunca hay un error sustantivo. Siempre late una porción de verdad detrás de la exageración de! error. Esa porción de verdad es necesario recoger para salir al encuentro de este mundo moderno que tanto más nos desafía cuanto más nos alejemos de él y más rehusemos darle la mano. En línea, pues, con el Vaticano II queremos acercarnos al pensa­ miento de nuestros días para preguntarle por san Francisco. De seguro que más de una de sus respuestas será altamente aleccionadora. Por un obligado compromiso, gustosamente aceptado, damos princi­ pio a nuestras reflexiones por el filósofo portugués Leonardo Coimbra. Está conceptuado como el máximo hombre reflexivo que ha tenido nuestra fraterna nación en este siglo xx. Preguntemos, pues, a este pen­ sador, tan cercano a nosotros en el espacio y en el tiempo, que nos diga !o que pensó de san Francisco. Su respuesta a nuestra demanda no se hace mucho esperar pues nos la dejó escrita. Nos toca, por tanto, leer con reflexiva quiescencia las páginas llenas de simpatía que este pensador dedicó a san Francisco. Antes, sin embargo, de acercarnos a la lectura de estas páginas, juzgamos, preámbulo imprescindible dar a conocer su personalidad y su ideario. Sólo así será comprensible la visión que tuvo de san Francisco. I. PERSONALIDAD DE LEONARDO COIMBRA En momentos excepcionales o, como dice el lenguaje existencialista, en situaciones límites el hombre revela mejor que en ninguna otra oca­ sión su personalidad. Es esto lo que podemos constatar en L. Coimbra, al acercarnos a su vida para comprender lo que fue esta alma grande a la luz de la situación límite que fue su conversión plena al catoli­ cismo. La conversión es siempre una inflexión en la marcha de la existencia, atañe a lo más profundo de la misma. De ahí su capacidad de revelar la íntima personalidad del convertido. 1. U n testigo df . excepción Para penetrar en los misteriosos entresijos de la conversión de L. Coimbra tenemos un testigo de excepción en la defensa que hizo de él su propio hijo, Leonardo Coimbra (filho). El escritor Sant’Anna Dio­ nisio, que había escrito un estudio lleno de simpatía por L. Coimbra

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