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SOBRE TEMAS ETICOS DE ACTUALIDAD 4 1 5 tres ciencias humanas: la historia, la psicología y la sociología. Ellas enseñan lo que es el hombre y lo que ha sido. Pero plantean la graví­ sima pregunta de si se puede hablar de una moral absoluta. El autor intenta dar respuesta a la misma analizando los conceptos de «absu- luto» y de «relativo» y en qué sentido pueden aplicarse a la moral. Al mismo tiempo confronta los métodos objetivos de las ciencias con el método subjetivo de la filosofía y concluye que es necesario optar por el segundo si se quiere dar una recta interpretación a la ética. En la fundamentación de la misma asciende a discutir la ética kantiana y la posibilidad de que una filosofía de los valores pueda cimentar la ética del futuro. Al final se inclina a aceptar los principios éticos como de valor absoluto, pero sin posibilidad de poder ser justificados. No obstante, dice, siempre vuelven como exigencia inherente a todo sentido moral. 2. El libro de V. Obenhaus revela el impacto causado por la revo­ lución industrial en la dirección de las Iglesias protestantes de U.S.A. En la presentación de la obra se subraya este impacto y cómo se quiere responder al mismo por una serie de estudios como el presente. Aunque se hace notar que la dirección de las Iglesias no asume res­ ponsabilidad sobre el contenido de los mismos, es patente que ellos responden a las preocupaciones de dicha dirección. En el preámbulo de su libro lamenta el autor que U.S.A. sea hoy considerada como una realidad que vive sobre el estrato cristiano o judío para preocuparse exclusivamente del negocio y de la vida econó­ mica. Contra esta interpretación de U.S.A., afirma que en ella la reli­ gión y la cultura se hallan en inescindible unidad. Pero es patente, añade, que a los problemas de hoy no se les puede dar la respuesta del siglo pasado. Las nuevas realidades de la mecanización, del bienestar, de los derechos del consumidor, de las necesidades de los países subdesarrolla- dos, de los hazares del desarme, etc..., motivan un conjunto de cues­ tiones a la que hay que aplicar los principios de la ética cristiana. Dentro de esta aplicación de la ética cristiana al mundo de hoy se halla el dar con el sentido actual de las Iglesias. El tema, por difícil que sea, no debe ser rehuido, sino que hay que afrontarlo con máxi­ ma exigencia para hallar la respuesta debida. Place constatar en esta obra y en la Iglesia oficial americana que apoya estos estudios cuán distantes se hallan de la secularización total, tan lamentablemente defendida por otros sectores del protestantismo

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