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4 1 4 ENRIQUE RIVERA DE VENTOSA Pudiera decirse que toda la ingente problemática entre católicos y pro­ testantes gira en torno a la situación de la naturaleza después del pri­ mer pecado. Para los protestantes, el hombre, constitutivamente pe­ cador después del pecado de origen, tiene que desentenderse como cristiano de los valores de aquí abajo, los cuales siguen su curso en un proceso creciente de secularización. Al cristiano le basta atenerse a la obra de Cristo que ha de realizar en sí mismo. Ni la teología natural, ni la ética natural tienen valor para esta mentalidad protes­ tante frente a la actitud diametralmente opuesta de los católicos. Para éstos el hombre caído mantiene unos valores naturales que la gracia completa y perfecciona pero no anula o desvirtúa. De aquí la inser­ ción de la Iglesia católica en el mundo y en la historia. Los protes­ tantes subrayan los fallos de ésta a lo largo de los siglos. Pero ven estos fallos con un prisma exagerado que no responde a la historia ob­ jetiva. Aducimos un ejemplo. Cree el teólogo R. Mehl que a causa de haber asumido el catolicismo la ética aristotélica y el derecho romano tomó las vías del legalismo y del minimalismo. El minimalismo lo ve hecho cuerpo doctrinal en la casuística. Alegamos contra R. Mehl que esto es ver la moral católica desde su vertiente mínima. Cuando San Juan de la Cruz exige lo máximo para llegar al Todo, expone también y primariamente una moral católica. Es posible que haya que lamentar en la exposición de la moral católica la separación material entre los tratados de mística y de los de teología moral. Pero querer reducir la moral a la casuística es algo de que protestan los mejores moralistas prácticos del catolicismo: sus santos. No se atuvieron estos al mini­ malismo que R. Mehl imputa a los moralistas católicos. Optaron por lo máximo: por la respuesta más generosa a la llamada de Dios. IV. M o r a l y C i e n c i a 1. Paul R o u b i c z e k , Ethical valúes in the Age of Science, Cam­ bridge, University Press 1969, 17 X 21, VIII 318 pp. 2. Victor O b e n h a u s , Ethics for an industrial Age, New York, Science 1967, 17 X 21, XIV 338 pp. 3. Rober E l k e n , Ethik naturwissenschaftlich fundiert und Kirche, Kassel, H. Vollmann 1968, 16 X 20, 527 pp. 1. Los problemas de la relación entre moral y ciencia, muy agudos en nuestra edad industrializada, los estudia P. Roubiczek desde estas

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