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EN TORNO A UNA POLEMICA: ¿UNA NUEVA. 381 P ero es con F. S trauss con quien los relatos de la infancia sufren un vaciam iento histórico quedando reducidos a «revestim ientos en fo r ma histórica de antiguas ideas cristianas, originadas po r ingenuas le yendas poéticas». E n 1892, en la declaración de E isenach, se ahrma respecto al «ex M aria V irgine» que «ni la E scritu ra, ni las confesiones evangélicas han concedido al p rim er capítulo del p rim er y tercer evangelio una tal im portancia decisiva que pueda llamarse a ese artículo "fu n d am en to ” y "p ied ra clave” de la f e » 31. H arn ack se expresa al respecto: «el conceptus de Spiritu Sancto no es una confesión p rim itiv a, sino un derivado de la idea cristológica "h ijo de D io s” , y tiene dos o tres etapas. La prim era la marca Rom 1, 14: Jesús viene a ser hijo d e D ios po r la resurrección. Las otras etapas son el relato de la transfiguración y del bautism o, con el mo tivo com binado del E sp íritu y del H ijo . Los relatos del nacim iento, con esa misma expresión, llegan hasta el prim er mom ento de la apari ción terrena d e Jesús. Todas estas etapas, que también pud ieran en tre mezclarse, viven de la impresión de la com unidad de que lo esencial en la actividad de Jesús procede de una actividad específica del E sp í ritu Santo. E l m otivo com plem entario del relato «ex M aria virgine» se explica desde especulaciones en to rno a la fe que ha in terp retado la palabra de Is 7, 14. Una dependencia de la m itología no en tra en juego, al menos prim ariam ente» 32. E ste postulado de H arn ack resultará p un to de partid a, producién dose la novedad sólo en la identificación del posible origen de esa especulación: helenismo, judeocristianism o o literatu ra egipcia. N o han faltado voces desde la teología p ro testan te oponiéndose a tal desm antelam iento, en tre o tro s, K. B arth y M. T hurian . E l prim ero, no ob stan te reconocer los problem as escriturísticos del dogma del na cim iento virginal, afirma que tales dificultades no pueden considerarse tan insolubles que obliguen a pon er en duda el fundam ento de esa verdad. 31. Cf. el texto íntegro de la Declaración en el resumen de H . M. K ö ste r , Die Jungfrauengeburt als theologisches Problem seit David Friedrich Strauss, en Jungfrauengeburt, Gestern und Heute, Essen 1969, 77. 32. A. von H arnack , Beiträge zur Einleitung in das NT. Neue Untersuchun gen zur Apostelgeschichte und zur Abfassungszeit der synop. Evangelien, Leipzig 1911, 99 s.
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