PS_NyG_1979v026n002p0373_0399

EN TORNO A UNA POLEMICA: ¿UNA NUEVA. 379 conciencia de Jesús tal como aparece testim oniado en los sinópticos y el cuarto evangelio. Es claro que la intención de los relatos de la infancia no es la abstración de Jesús de la historia hum ana, sino su encarnación y solidaridad en la misma m ediante su inserción en una genealogía. ¿P o r qué no juzgaron antagónica la encarnación virginal? ¿No estamos nosotros moviéndonos en un campo reducido a lo biolo- gista-estático cuando a la base de las exigencias constitutivas de lo hum ano priva lo relacional, la educación y la comunicación? Si el hom ­ b re es fundam entalm ente «hacerse» en la opción, ¿resta la concepción virginal algo a la verdadera hum anidad de Jesús? Demasiados in terrogantes para ser respondidos con ligereza. Sin em bargo, una cosa es clara: el tema de la concepción virginal ha de abordarse en sí m ismo, y no desde otras afirmaciones que condicionen su interp retación . L a c o n c e p c i ó n v i r g i n a l e n l o s o r í g e n e s d e l a I g l e s i a y su e n s e ñ a n z a p o s t e r i o r Y a hemos aludido al largo espacio de tiem po — 200 a 1800— en que la concepción virginal fue aceptada sin mayor oposición en el seno de todas las comunidades cristianas. A hora vamos a exam inar, con b re­ vedad, los años precedentes y subsiguientes a ese período pacífico, en un in ten to de com prender la situación con mayor objetividad. a) En los orígenes Ex iste unanim idad en considerar a San Ignacio de A ntioquía como el prim er testim onio escrito — fuera del NT— de la creencia en la concepción virginal, verdad que asocia al nacim iento y resurrección de J e s ú s 25; aunque no todos coinciden a la hora de identificar las fuentes p o r las que llegó al conocim iento del d a t o 26. P o r o tra p arte, goza de b astan te autoridad la afirmación de que el siglo ii no fue un período homogéneo en la formulación del pensa­ m iento cristiano; las fronteras en tre ortodoxia y heterodoxia eran bas­ ta n te fluidas debido a las constantes polémicas y matizaciones cristo- 25. Efs. 19, 1. 26. T. B oslooper , The Virgin Birth, Philadelphia 1962, 28, afirma que llegó a él por una fuente independiente a los sinópticos.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz